El 80% de los encuestados que no practicaban ninguna actividad física sostuvieron que en primer lugar no lo hacen porque no cuentan con el tiempo suficiente para afrontar la disciplina.

Las excusas para los que aún no adoptaron la actividad física en sus vidas caen en cascada. Pero la más común de todas, según explica la cardióloga Lauren Elson de la Facultad de Medicina de Harvard, que realizó junto a Michele Stanten, instructora de fitness de la misma universidad, un estudio sobre el ejercicio cardiovascular, es la falta de tiempo. El 80% de los encuestados que no practicaban ninguna actividad física sostuvieron que en primer lugar no lo hacen porque no cuentan con el tiempo suficiente para afrontar la disciplina.

“Para principiantes o personas con afecciones que limitan su movilidad -dice-, es imprescindible enamorarse de los beneficios y de la nueva actividad que los convoca a ser más activos. Si esto implica darle apenas unos minutos diarios a la ejercitación, ya eso es una mejora sustancial que redunda directamente en calidad de vida”. Apenas 600 segundos de ejercicio al día podrían potenciar varios aspectos de la salud de modos que no creían posibles.

Lucas Martino, profesor de educación física, embajador Puma y docente de uno de los grupos de running Puma Faster Teams, asegura que “lo que más queremos quienes nos especializamos en el deporte es motivar al movimiento. Por eso recomiendo que si estás decidido a empezar, hay que intentar correr una cuadra y caminar tres por un lapso de media hora. Este es un primer paso. Obviamente cada persona es un mundo en cuanto a su físico y rendimiento. Por eso, quien lo desea, puede hacer una práctica por más tiempo”.

Juliet McGrattan, médica, corredora y autora de The Active Woman’s Guide to Health (La guía de salud para la mujer activa), dice en su libro que 10 minutos “es un objetivo alcanzable, no requiere mucho esfuerzo y se puede realizar en algún pequeño espacio a lo largo del día, lo que significa que es más probable que lo logres con continuidad, sin abandonarlo apenas se comienza”.

Según un estudio publicado en el Journal of the American College of Cardiologylas prácticas cortas pueden reducir el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Ese informe descubrió que correr, independientemente de la duración o el ritmo, se asocia con un riesgo 30% menor de muerte por causas cardiovasculares. “Incluso una práctica breve de 10 minutos puede hacer que el corazón bombee, aumentando la circulación sanguínea y reduciendo la presión arterial”, explica Elson.

El primer paso para incorporar el ejercicio

“La mayoría de las personas son sedentarias y les cuesta motivarse para moverse -sigue Martino-. Salir 10 minutos es el primer paso para incorporar el ejercicio en tu vida y acercarte a un deporte que es muy accesible para todo el mundo. El principal beneficio de introducirte en una práctica breve es que estás creando un cambio increíble en tu vida”.

Algo más que corazón

Mantener márgenes de peso saludable es otro de los puntos que destaca un informe de Harvard Health“correr a un ritmo moderado quema aproximadamente 100 calorías en 10 minutos para una persona que pesa 70 kilos -aporta Elson-. La quema constante de calorías, incluso en pequeñas cantidades, puede contribuir estándares de peso adecuados. A diferencia de un entrenamiento prolongado a paso lento, 10 minutos de entrenamiento de alta intensidad sacan al cuerpo de su zona de confort y lo exponen a una sobrecarga, tanto en la frecuencia cardíaca y como en requerimientos de movilidad de mayor fuerza, ambos ítems producen una mejora generalizada en el estado físico”.

Desde el punto de vista corporal, el corazón no es el único beneficiado cuando se trata de incorporar tramos cortos de ejercicio. Según un estudio publicado en el Journal of Bone and Mineral Research, esta práctica también puede mejorar la densidad ósea y la salud de las articulaciones, lo que reduce el riesgo de osteoporosis y artritis a medida que se envejece. “Correr con regularidad puede mejorar la fuerza y la resistencia de los músculos de las piernas -completa Elson-. Además, es un modo de estimular la producción de la hormona del crecimiento, que interviene en la reparación y desarrollo del tejido muscular”.

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