Después de casi dos años del Mundial 2022, y pensando que el gran recambio de televisores ocurrió en 2018, tal vez sea el momento de pensar en una actualización. Pero eso no es todo: también puede ser tiempo de actualizar otros dispositivos electrónicos como teléfonos celulares y computadoras personales.
Y, como en la Argentina todo vuelve, también volvió lo que en alguna época se conocía como "el Miami chileno", es decir, viajar a Chile por turismo o negocios y volverse con un televisor de gran tamaño, por ejemplo (quien no recuerda al rabino Bergman "escrachado" con dos televisores LCD).
De hecho, la semana pasada, el analista económico Damián Di Pace daba cuenta de este fenómenos, sobre el que se puede leer acá.
Lo interesante es que ninguno de los productos que vamos a mencionar a continuación superan los u$s 500 de franquicia para traer productos electrónicos desde el exterior vía avión (por tierra, el tope de la franquicia es algo menor, u$s 300). En caso de exceder estos montos, se debe pagar el 50% del valor que exceda la franquicia.
Van algunos ejemplos de productos que en Chile salen arriba de 50% que en la Argentina:
Una TV 50" Nanocell de LG cuesta $ 732.000 en Mercado Libre. Es 4K y tiene tecnología UHD. La misma TV en el retailer chileno Ripley (que usamos como barómetro) está 320.000 pesos chilenos. Es decir, poco más de $ 290.000 al cambio actual, o casi u$s 340. O sea, el precio es 60% inferior.
En tanto, un celular Samsung Galaxy A35 5G de 128 gigas de memoria cuesta en la Argentina unos $ 680.000, mientras que en Chile está 370.000 pesos chilenos, siempre considerando los valores de Mercado Libre y Ripley. Al cambio actual, son casi $ 340.000 o alrededor de u$s 400. O sea, 50% menos.
Finalmente, una notebook gamer HP Victus 15, con procesador Intel i5, 16 gigas de RAM y un disco de estado sólido de 512 gigas cuesta -buscando el mejor precio- $ 1.150.000, mientras que en Chile el valor es de 730.000 pesos chilenos. Casi u$s 800, pero si los que viajan son dos mayores de 16 años, la franquicia de u$s 500 se duplica. Eso sí: en este caso, la diferencia a favor de Chile es menor, un 40% menos respecto al precio argentino.
