Esteban Joel Mancilla Díaz admitió haber sido el autor del incendio que provocó la muerte de cuatro personas mayores y un bebé de 11 meses; señalando estar arrepentido. Así lo expresó durante la declaración indagatoria que brindó ante el Tribunal de Juicio en lo Criminal de ésta ciudad, en el juicio oral por el caso de la tragedia de la ruta J, que sucedió en enero de 2020.
El martes comenzó el juicio de un hecho que conmovió a Ushuaia y que sucedió el 5 de enero de 2020. Cuatro años después, el responsable de la tragedia está siendo juzgado, en tanto que dos mujeres prestaron declaración testimonial, reviviendo los penosos momentos sucedidos.
La audiencia del juicio comenzó con la lectura a la requisitoria fiscal de elevación a juicio, a cargo del fiscal Dr. Daniel Curtale, quien brindó detalles de los argumentos basado en pruebas reunidas en la etapa de instrucción que demandó más de cuatro año de proceso.
El Fiscal acusó a Esteban Joel Mancilla Díaz de ser autor penalmente responsable del delito de incendio culposo agravado por haber producido la muerte de cinco personas.
El hecho ocurrió el 5 de enero de 2020, momentos antes de las 7:00 cuando el imputado “por imprudencia, negligencia o impericia” causó el incendio en una vivienda ubicada en el kilómetro 6,5 de la ruta “J”, que lleva a Puerto Almanza, donde se llevaba a cabo un campamento familiar.
Según la Fiscalía, Mancilla Díaz habría arrojado en 2 oportunidades, por encima de la estructura metálica de la salamandra que se ubicaba en el comedor de la vivienda una botella plástica transparente, cortada a la mitad, conteniendo en su interior nafta. Esta acción provocó dos explosiones y el posterior incendio de la totalidad de la vivienda.
Como consecuencia de su accionar, produjo la muerte por “asfixia por lesión respiratoria e intoxicación con gases, producidos durante el incendio”, de las siguientes víctimas: El matrimonio integrado por José Coliagüe y Mónica Echagüe; ambos jubilados; de Michael Rubén Díaz y Ayelén Ozuna, todos mayores de edad y un bebé de 11 meses, hijo de ésta última, identificado como Maximiliano, a quien le decían “Pollito”.
Hoy, a partir de las 9:30, seguirá el juicio oral, con la etapa de alegatos de las partes. En primer lugar lo hará el fiscal Daniel Curtale; para después dar lugar a la defensa del acusado, la que esta a cargo del defensor Mayor, José María Fernández López.
El Tribunal de Juicio está integrado por los jueces Maximiliano García Arpón (Presidente), Alejandro Pagano Zavalía y Rodolfo Bembihy Videla (Vocales).
Los hechos
El día que sucedió la tragedia, en ese lugar se habían reunido varias familias para despedir a Michael Rubén Díaz, un joven que estaba próximo a viajar para cursar sus estudios en el norte. La vivienda de madera en la que se encontraban ardió a consecuencia -coinciden todos los testigos en señalar-, por una maniobra negligente e imprudente de un muchacho que habría arrojado un bidón con combustible a una salamandra encendida, luego de discutir con su novia.
La alarma en los bomberos y personal policial se produjo alrededor de las 7.00 dando cuenta de un siniestro de grandes proporciones en la Ruta “J”. De inmediato se trasladó al lugar personal policial de la Comisaría Tercera, Defensa Civil Provincial y bomberos del cuartel 2 de Abril.
Al arribar los bomberos, la vivienda se encontraba colapsada por el fuego, envuelta en llamas. Mientras un grupo de bomberos colaboraba en la atención de las personas lesionadas, otro se dedicó a sofocar las llamas para que estas no tomaran la vegetación y otra pequeña construcción también ubicada en la misma parcela.
En el interior de la misma chacra y próximo a la estructura en llamas, fueron encontrados un total de ocho personas, quienes espontáneamente manifestaron que faltaban 5 personas, y que era muy probable que hubiesen quedado atrapadas en el interior de la vivienda.
Posteriormente se realizó un cordón sanitario a raíz de que varias personas estaban siendo trasladas por la Ruta “J” por el ígneo registrado minutos antes.
Sofocado el ígneo, personal bomberil informó que entre los escombros combustionados se localizaron un total de cinco cuerpos sin vida, calcinados completamente (dos femeninos mayores, dos masculinos mayores y un infante.
