“Nos están castigando por el solo hecho de querer acceder a nuestra casa. Parece que es un castigo el sueño de llegar a tener una vivienda propia”, lamentó Melisa Solís. Docente y referente de "Autoconvocados UVA" en Ushuaia, tomó un crédito en 2018 a través del Banco de Tierra del Fuego, y actualmente tiene una deuda de 50 millones de pesos que crece todos los días.
Como miles de argentinos que desde que se lanzaron los créditos UVA en 2016 soñaron y confiaron en tomar un préstamo para lograr establecerse en su propio hogar, Solís expuso en diálogo con InfoFueguina todo el padecimiento que le genera diariamente dicha decisión.
“Mi deuda hoy llegó a 50 millones de pesos, y no se ve reflejado nada de lo que pagué. Este último mes pagué 570 mil pesos de cuota, con mi sueldo docente. Tengo que esperar todos los meses para saber cuánto tengo que pagar. Me asusta porque no se de que tengo que trabajar para llegar al monto y tengo dos hijos”, expresó.
No obstante, Solís actualizó que esta semana la Justicia provincial estableció que el Banco de Tierra del Fuego no tiene más recursos que presentar para desentenderse del reclamo y de la cautelar que obtuvo en mayo de 2023. Esta resolución determinó que el BTF no puede retenerle más del 35% del sueldo para pagar el crédito y que deben resolver directamente con ella para acatar la cautelar.
“El banco no acata. Incumplen esa ley, pero cobro 700 mil pesos por mes y la cuota de marzo fue de 570 mil. ¿Cómo hacemos para vivir? Si la cuota aumenta todos los días. Ni el Banco sabe cuánto voy a pagar el próximo mes. Pasaron por todas las instancias judiciales, y no les queda otra que cumplir con la Justicia. Ruego que por lo menos pueda respirar un poco con esta cautelar, y ojalá que el Banco no tarde meses en acatarla”, detalló.
En consonancia con lo anterior aseguró: “El Juez Dr. Sebastián Osado Viruel dijo que el BTF ya no puede presentar más recursos, que tienen que cumplir la cautelar. Recordando que en diciembre también fueron intimados a una multa diaria de 5000 pesos, la cual tampoco el Banco quiso cumplir”.
A toda esta serie de conflictos que tiene Solís desde 2018 también se le suma que a pesar de estar divorciada, el Banco le saca el dinero a su ex pareja debido a que “ellos no quieren sacarlo de mi cuenta porque cobro menos, ahí te das cuenta que el Banco se maneja como quiere”.
“El divorcio dice que mi ex pareja cedió los derechos de la casa e implica que la cuota la pago yo sola y él no. Pero no quieren dejar de sacar ese dinero de la cuenta de él y obviamente se lo tengo que devolver. Implica que con mi sueldo docente este mes ya se me está complicando darle el total y es otro problema. Se agarran de que cobro poco y ellos tienen que sacar ese porcentaje de algún lado”, remarcó.
Por estas razones, Solís ratificó que todos los damnificados no piden que el Estado les pague, "queremos pagar la casa nosotros, tampoco queremos que el Estado absorba nuestra deuda”. Solamente exigen un cambio de índice, que UVA deje de existir y la posibilidad de tener una refinanciación.
“En mi caso voy perdiendo esperanzas de todo tipo porque tengo una resolución judicial final y el Banco sigue sin cumplir. Ahí te das cuenta que no les importa lo que llegue judicialmente, no cumplen una cautelar. ¿Hasta dónde vamos a llegar para que cumplan la ley y nos escuchen?”, concluyó.
