La semana pasada se daba cuenta de un importante operativo policial llevado a cabo la semana pasada en Río Grande que culminó con el desbaratamiento de una asociación ilícita dedicada al transporte de estupefacientes. Tras la detención de dos ciudadanos de nacionalidad dominicana implicados en el hecho, se conoció horas atrás cómo era el particular modus operandi de esta organización delictiva, algo inusual por tratarse del envío de droga vía terrestre desde el continente a la provincia más austral del país.
Según da cuenta la información difundida por el sitio oficial fiscales.gob.ar, el 10 de abril la División de Narcocriminalidad y Delitos Federales de la Policía Federal desbarató un cargamento que contenía ocultos 5,6 kilos de cocaína a bordo de un Renault Megane
En dicha oportunidad, una mujer denunció “circunstancias inherentes” relacionadas a la comercialización de drogas, y a partir de ese momento solicitaron al personal de la Policía Federal que realice tareas de observación e investigación sobre una persona.
Al iniciar este procedimiento, advirtieron que los movimientos de uno de los investigados eran similares a los que se dedican a la venta de estupefacientes: mantener contactos por breves período de tiempo en diferentes puntos de la ciudad y realizar maniobras “pasamanos”. Además de detectar que cambiaba varias veces de vehículos.
“En efecto, el sujeto se movía con un estado de alerta constante, realizaba maniobras tales como caminar en varias direcciones observando los vehículos estacionados en inmediaciones de su vivienda o dejaba su vehículo estacionado a varios metros de su domicilio, posiblemente para despistar a quien pudiese observarlo. En un período de pocos meses, cambió de vehículos varias veces y se movilizaba en automóviles alquilados, quizá como parte de una estrategia para no dejar en evidencia las maniobras”, señala la investigación.
No obstante, los investigadores destacaron en varias ocasiones la presencia de un auto Chery Face, que era abordado por una persona que se encontraba frecuentemente con otro, que también comenzó a ser investigado.
Hasta que el 20 de marzo de 2023 recibieron otra denuncia de una persona que dijo haber trabajado para una remisería en la que utilizaban un Renault Logan para vender cocaína, e informó que dos personas de nacionalidad dominicana habrían traficado droga vía delivery con un Peugeot 206 gris y un Hyundai negro.
Finalmente determinaron que uno de los autos que utilizaba habitualmente uno de los imputados era ese Peugeot, que habría sido adquirido en el norte del país y trasladado a Río Grande, pero que ingresó a Tierra del Fuego arriba de un camión y no circulando con un conductor.
“En la medida que su titular no registraba el movimiento migratorio por el paso fronterizo obligatorio para el acceso por vía terrestre a la provincia. No resultaría habitual, ya que la experiencia indicaría que el camino de los automóviles es el inverso, esto es, que son trasladados hacia el norte del país para su venta por un precio mayor al ofrecido en el mercado local", señala.
Por lo tanto, llegaron a la conclusión de que el traslado del Peugeot resultó una “actividad económica llamativa que encubría la maniobra de tráfico” y que la organización se valía del transporte de vehículos provenientes del norte del país para ingresar droga en Tierra del Fuego.
