Obsesionado con el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego, el diputado Juan Manuel López (Coalición Cívica-Hacemos Coalición Federal) presentó un proyecto de ley para abrir la importación de teléfonos hasta US$1500 sin impuestos.
Según publica este miércoles La Nación, la propuesta de López apunta a bajar aranceles para que la importación de teléfonos celulares compita con los equipos que se fabrican en Tierra del Fuego.
Eliminar aranceles e impuestos para comprar productos del exterior por US$1500 al año. Ese es el planteo del proyecto de Juan Manuel López (Coalición Cívica-Hacemos Coalición Federal) y propone ampliar un esquema que el Gobierno nacional había introducido en la fallida ley Bases, y al mismo tiempo generar un contexto de competencia con algunos rubros amparados por el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego.
“Tomé lo que decía la ley ómnibus, que quería formalizar una resolución de AFIP para el esquema del equipaje, y lo que planteo es equiparar ese modelo para todo lo que se compre con el régimen de courier o puerta a puerta”, dice López sobre su proyecto, que ingresó formalmente el lunes en el Congreso, y apunta a abrir fronteras para facilitar la compra de rubros como teléfonos celulares, electrónica y ropa.
En concreto, la propuesta busca que las compras o envíos postales que un ciudadano argentino reciba “sin fines comerciales” no deban pagar aranceles o tributos, por un monto por persona de hasta US$1500 por año.
Ese esquema replica y extiende lo que había establecido el poder Ejecutivo en la mega ley discutida en el Congreso, que finalmente fue retirada. Ese proyecto proponía eliminar el esquema vigente, que planteaba una franquicia personal por US$500 y un impuesto único del 50% por el excedente a pagar al momento del ingreso de la mercadería en Aduana, pero comprendía únicamente al “régimen de equipaje”.
En otras palabras, se simplificaba el ingreso y se eliminaban impuestos y percepciones para los viajeros que llegaran al país del exterior. A lo que apunta el proyecto de López es extender ese régimen también para las compras que se hacen desde la Argentina, siempre que no haya “fines comerciales”. Por encima del límite de US$1500 por persona al año, sí se pagarían impuestos y aranceles.
“Ese modelo era injusto también para el que no puede viajar, porque sigue preso de los precios de los productos en el país. Hoy la clase media, que era la que podía viajar, se ajustó, y son cada vez menos los que lo pueden hacer”, dice López, quien había preparado esta iniciativa para sumarla en la discusión de la ley ómnibus, cuando se debatiera su articulado.
La propuesta, además de facilitar el ingreso de productos al país, lleva implícito un embate contra sectores como el de la producción textil, que recibe protección a la importación y mayores niveles de precios en la Argentina que en el exterior, y la producción de artefactos tecnológicos (teléfonos celulares, computadoras, etcétera) amparados por el régimen de promoción industrial de Tierra del Fuego, que tiene un costo fiscal de US$1070 millones al año por exenciones impositivas, según estimaciones del think tank Fundar.
A lo que apunta la propuesta de López es a facilitar la compra de teléfonos celulares o computadoras, junto a la indumentaria, desde el exterior, y no solo para quienes los compran viajando fuera de la Argentina. “Como dicen los liberales, la idea es hacerlos competir. Que la gente pueda acceder a celulares o ropa, y que estos sectores compitan”, cierra.
