A Agustín Carnevalini se lo acusa de haber violado una restricción perimetral impulsada por la denunciante en un primer hecho debido a violencia en la pareja, oportunidad en la que habría agredido físicamente y abusado sexualmente de ella, constituyéndose así una segunda denuncia.
El muchacho de actualmente 24 años de edad, y que cuenta con la representación legal de las abogadas Sandra Arenas y Erica Soto, llega preso a la instancia de juicio y en ocasión de ser invitado a dirigirse a los integrantes del Tribunal, los jueces Verónica Marchisio, Juan José Varela y Eduardo López, negó los cargos que pesan sobre él.

Explicó que debido a una fuerte discusión con su pareja por celos, en el año 2022, ambos se agredieron físicamente y que cuando quiso retirarse de la habitación de la pensión en la que la chica se alojaba, sufrió el impacto de un mate que la joven le habría arrojado a la cabeza. Un rato después la mujer se dirigió a la Comisaría de Género y acusó a Carnevalini de haberle pegado, siendo imputado del delito de lesiones pero sin privación de la libertad.

Posteriormente el muchacho volvió a la morada de la joven, pese a existir una prohibición perimetral dispuesta por la jueza interviniente, oportunidad en la que habría forzado sexualmente a la chica. En esta ocasión Carnevalini fue detenido por personal policial, alojado en la Unidad de Detención Nro. 1 del Servicio Penitenciario de Tierra del Fuego, condición en la que continúa estando.
El imputado durante el juicio sigue negando habe

rle pegado a quien era en ese momento su novia, sin convivencia, en relación a la primera denuncia que pesa sobre él, mientras que en cuanto a la segunda, admitió haber incumplido la prohibición de acercamiento pero negó haber violado a la denunciante. Por el contrario, dijo que en esa ocasión, en la habitación de la chica, fue agredido por ella.

Luego de ser escuchada también la víctima, quien ratificó tal cual lo denunciado en la etapa de instrucción de la causa, declararon también tres peritos, entre ellos la Dra. María Cristina Zamar, perteneciente a la Dirección Pericial DJS.

Al momento de hacer uso de la palabra las abogadas defensoras pusieron especial énfasis en el hecho de que la pareja no convivía y que entre ambos, con similitud de edades, no había sometimiento del muchacho sobre la chica”.