El arribo a Río Grande en las últimas horas de muestras enviadas a peritar a la provincia de Santa Cruz, en torno al doble crimen de Víctor Ezequiel “Wity” Perpetto y Nahuel Luciano Roth, ocurrido el año pasado, le permitieron al juez que instruye la causa, Daniel Césari Hernández, imputar por el delito de homicidio a Fernando Manuel Guerrero, un sujeto que ya estaba procesado en el hecho pero bajo la figura delictual de encubrimiento agravado.

Como se recordará, Perpetto y Roth ingresaron el 8 de octubre de 2022 a una casilla sita en la calle 20 de Junio 736, en Río Grande, en donde fueron asesinados a balazos por quienes resultaron ser Gastón Badilla; su padre Alejandro Badilla y Diego Moral.

Los cuerpos luego fueron cargados en un vehículo y arrojados en un basural ubicado en los fondos del supermercado mayorista Diarco, en el parque industrial, en donde fueron encontrados por un vecino que ocasionalmente pasaba por el lugar. En una primera instancia se determinó que Guerrero trasladó los cadáveres aunque dijo ignorar qué había ocurrido dentro de la casilla y quienes estaban en su interior.

Ahora el arribo reciente de material pericial lo involucra directamente en la escena del crimen y en su comisión. Debido a ello el ya procesado por encubrimiento agravado fue detenido el día martes 14 de marzo y hoy miércoles15 deberá sentarse ante el juez Césari Hernández por primera vez bajo cargos de homicidio.

Vale mencionarse que apenas pocas horas después de un suceso que conmocionó a la provincia porque incluyó una persecución a los tiros, cinematográfica y temeraria entre dos vehículos por las calles de Río Grande, el hallazgo de los dos cuerpos semi enterrados en un basural y el incendio intencional de una casilla, el juez instructor avanzó sustancialmente en su esclarecimiento ordenando la detención de cinco personas: Gastón Badilla, Diego Leonardo Moral, Luján Bustos, Manuel Guerrero y Carlos Martínez. Días más tarde se presentó espontáneamente en Tribunales, el padre de Gastón, el folclorista local Alejandro Badilla.

De todos los mencionados, Carlos Martínez, quien conducía uno de los vehículos que protagonizaron la persecución por el barrio de Chacra II, fue liberado por falta de mérito, pero continúa sujeto a la causa mientras que Luján Bustos fue sobreseída porque la mujer se encontraba en una vivienda sita en los fondos del mismo predio en el que se emplaza la casilla en la que fueron asesinados Perpetto y Roth, sin enterarse de lo que había pasado.
De esta manera y con el arribo inminente de pruebas de ADN a la provincia, remitidas a centros especializados en genética de Buenos Aires, se podría dictar la elevación a juicio del caso.