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Mascotas: la suba de los alimentos para gatos obliga a los dueños a cambiar el consumo

Estrategias para hacer durar los alimentos balanceados en épocas de alta inflación y aumentos de hasta el 50%

Por Graciela Moreno

Cuánto sale darle de comer a un lindo gatitoCuánto sale darle de comer a un lindo gatito

Cuánto sale darle de comer a un lindo gatito

Cuánto sale darle de comer a un lindo gatito

El precio de la suba del alimento de mascotas se convirtió en un tema obligado en charlas de amigos o en el trabajo. No importa si se habla en un roof top o en un encuentro casual, la suba impacta a todas las clases sociales. Desde diciembre el valor de la comida para gatos aumentó entre un 25% y un 50%, sin contar las nuevas listas que están llegando en febrero.

Algunas mascotas tienen la suerte de ser tratados casi como hijos en las casas, por eso si bien las subas son importantes, sus "padres" tratan de no cambiar de marca. Aunque, en esta época de inflación anual de 211,4% y 25,5% en diciembre, los dueños hacen malabares y no tienen otra opción que cambiar de marcas.

Algunos aprovechan los descuentos de la Cuenta DNI, miércoles y jueves, y otros buscan entre las promociones de sus bancos, algunos de los cuales no sólo hacen un 30% de descuento, sino que también ofrecen tres cuotas sin interés.

Valú es un gato que necesita comer alimento urinary por sus problemas urinarios. Su dueño Pablo fue a buscar el mismo alimento de siempre y encontró que había aumentado y costaba $7.000 el kilo. No le quedó otra opción que comprar otra marca más económica que encontró a $3.500. Su gato come 1 kilo por semana y era un presupuesto. “Compré uno a mitad de precio urinary y Valú ni notó la diferencia”, contó.

Adriana es dueña de Patitas y Nunú, no le quedó otra que bajarle la calidad. Ahora le compra un kilo de alimento de segunda marca y para que le dure una semana para ambas se lo combina con un paté. “La calidad del alimento balanceado se ve en la cantidad del agua que toman, cuando les bajo la calidad noto que consumen más agua. Antes les daba atún, pero como se encareció le doy pate y si alguna vez no compro una de las gatas llora. Una vez compré un alimento re barato y lo tuve que devolver porque no lo comieron. No quiero que se enfermen porque sino me va a salir más caro. Es un presupuesto tener animalitos”, contó Adriana.

Mantener una mascota requiere un presupuesto aparte

La variedad de tipos de alimentos, marcas y consumo de cada animal hace difícil hacer un promedio de gasto. Pero por ejemplo, hay ofertas de 4,50 kilos de alimento ultra Premium a $47.000. Entre los de primeras marcas, tres kilos de un alimento para gatos que no salen de su casa promedia los $32.000. Otra segunda marca reconocida puede costar $14.000 los dos kilos.

El cambio del consumo de alimentos para mascotas

Laura tiene un pet shop en el barrio de Villa Ariza, en Ituzaingó. Recomienda en el primer año darle un muy buen alimento al gatito y si es posible mantener la calidad. En su local, recibió aumentos promedio del 25% en el último mes. “Con las subas de precio, los dueños de gatos tratan de mantener la calidad pero buscan un precio más bajo y si no llegan, varios bajan la calidad”, evaluó. Dueña de tres gatitos cuenta que Neo y Tyler comen el urinary y Xiomara uno de buena calidad pero común. “No les dejo comida todo el tiempo, sólo les doy cuando me piden”, confesó. Esa estrategia le permite que dos kilos de alimentos le duren casi un mes para dos de sus gatitas y a la otra, un kilo le dura un mes.

Hernán es dueño de Cucuza y Virulazo, sus gatitos consumen urinary de primera marca. “Antes gastaba $19.000 hoy la misma cantidad se fue a $60.000 en promedio. Comen 2,25 kilos por mes cada uno. El plan b estaba $13.000 hoy $35.000, siempre dentro de los Premium. Hay intermedios y otros que son un veneno. El precio varía, según la calidad de los ingredientes. Lo que se ahorra comprando alimento baratos, se gasta en veterinarios después”, señaló.

Al alimento hay que sumarle vacunas, pipetas, juguetes y ni hablar si hay que llevarlo al veterinario. Otro de los recortes, es que mucho mininos dejaron de tener prepaga. La crisis le tocó a todos, hasta a los animales.

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