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Escapada: una isla de la Patagonia donde aventurarse y conocer a los pingüinos

Argentina es un país sumamente privilegiado, ya que tiene todos los ecosistemas y se pueden encontrar maravillas naturales de todo tipo. En los últimos años, la región de la Patagonia ha aumentado considerablemente su importancia debido a que no solo se puede disfrutar de su rico ambiente en invierno, sino que también son furor en la temporada de verano gracias a que tiene playas paradisiacas.

Conocé las maravillas de Tierra del Fuego

Bariloche, El Bolsón y Villa La Angostura son algunos de los centros más populares dentro de la zona sur de nuestra nación, sin embargo, hay un sinfín de sitios que vale la pena conocer porque son pequeños oasis que se prestan para desconectarse de todo e incluso fomenta al turista a adentrarse en un viaje lleno de relax, sabores y postales de película.

Martillo se sitúa dentro de la provincia de Tierra del Fuego y que es reconocida como "La isla del fin del mundo". Más allá de esta característica, su principal atractivo se encuentra en sus espectaculares playas que están conectadas por pintorescos senderos naturales, atraviesa pequeños bosques y tienen como habitantes principales a más de 100 pingüinos.

La isla del fin del mundo

La isla Martillo, también conocida como Yecapasela, es una porción de tierras naturalmente emergidas que se sitúan en el territorio insular del famoso canal Beagle, él cuál perteneciente al departamento Ushuaia en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur (extremo austral de la Patagonia argentina).

Ubicada entre la isla Grande de Tierra del Fuego y el territorio chileno de isla Navarino, se destaca que está completamente rodeada por las aguas del sector oriental del océano Pacífico Sur. Asimismo, los especialistas explican que sería el resultado del trabajo del hielo del gigantesco de los glaciares que, en las últimas fases de las glaciaciones, descendió desde la cordillera de Darwin y avanzó por un valle

Como es de esperarse, los viajeros llegan a bordo de embarcaciones turísticas, pequeños catamaranes, que parten desde el muelle del Puerto de Ushuaia, ubicado sobre la ribera de la ciudad, y se navega hacia el este a lo largo del canal de Beagle. A lo largo del viaje se puede observar panorámicas vistas de las diferentes islas que conforman la región y de canales. Hay que destacar que estos servicios a isla Martillo se efectúan durante la temporada alta (desde octubre hasta abril).

Un paraíso "poco conocido"

Isla Martillo comprende una zona completamente protegida.

De hecho, el cupo de visitantes está muy delimitado y se prohíbe determinadamente cualquier tipo de actividad económica que perjudique el hábitat natural de la flora y fauna autóctona de la zona. En este sentido, para poder acceder a la estadía en el lugar, hay que hacerlo a través de alguna de las agencias especializadas.

Tras navegar el bello canal de Beagle, se encuentra este paraíso que abarca unos 800 m² y reúne, desde octubre hasta abril, más de 1.000 nidos de pingüinos de la especie Magallanes y alrededor de 9 nidos de los Papúa, los cuales son únicos en Sudamérica, gracias a que el suelo contiene abundante materia orgánica, lo cual les permite a los animales a hacer sus casitas y cuevas.

Isla Martillo

Pese a ser un área de conservación de la biodiversidad natural, los turistas tienen la posibilidad de descender y transitar a pie por la isla, incluso junto a los pingüinos y sus nidos. A su vez, las aguas que bañan la isla Martillo son ricas en mamíferos marinos como focas leopardo, lobos marinos, gaviotas australes, entre muchos otros.

A pesar de que las temperaturas son frías todo el año, el área se encuentra cubierta por vegetación baja, aunque también se pueden encontrar bosques sumergidos en las aguas cristalinas y donde se destacan principalmente los cachiyuyos gigantes (algas).

Por otro lado, hay que mencionar que las postales se completan con las montañas nevadas y pequeñas playas de piedra.

¿Qué hacer en Isla Martillo?

La Caminata con Pingüinos en Isla Martillo es una gran oportunidad para ver de cerca una gran colonia de pingüinos y explorar algunos de los atractivos naturales de Tierra del Fuego, durante un fascinante y aventurero viaje, sin embargo, este sitio también ofrece otras atractivas alternativas.

La Colonia de Camarones propone conocer una ave que de lejos se parece mucho al pingüino, pero que se diferencia por vivir en pequeñas islas de roca que se está en medio del océano. Por otro lado, no se puede dejar de visitar la Cuna de lobos marinos, que está rodeada de paisajes que son pura belleza, y el Faro Eclaire, él cuál es una imagen mítica e icónica del canal Beagle.

Isla Martillo posee una rica historia

La Estancia Haberton fue fundada en 1886 por el misionero anglicano Thomas Bridges, quien fue el primer hombre blanco en vivir permanentemente en Tierra del Fuego, cumplió un rol muy importante para establecer la soberanía Argentina.

Para desconectarse de la rutina, el estrés, la velocidad de la ciudad y experimentar una estadía diferente, se puede alquilar alguna de las cabañas que se sitúan en esta propiedad. Además, se puede degustar deliciosa comida tradicional en el restaurante típico del sitio que elabora sus platos con las frutas y verduras cosechadas en la huerta orgánica de la isla.

La Estancia Haberton, considerada Monumento Nacional

Por último, en el recorrido se conocerá la historia de la familia Bridges y su relación con los nativos, además de visitar el parque natural (considerada la primera reserva natural en Tierra del Fuego), el cementerio, las réplicas de chozas Yámana (pueblo originario de la zona), el antiguo galpón de esquila, la carpintería, la casa del bote más antiguo construido en Tierra del Fuego y el hermoso jardín de la casa principal.

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