Este martes comienza el juicio oral por la tragedia que sucedió el 5 de enero de 2020, en la zona de Almanza, donde fallecieron cuatro personas adultas y un bebé de 11 meses, producto de un incendio ocurrido en una cabaña de fin de semana, el cual fue provocado de manera intencional, cuando una persona arrojó un recipiente con nafta a una salamandra.
El hombre que provocó la tragedia está acusado de cometer el delito de incendio culposo agravado por haber producido la muerte de cinco personas:
El matrimonio integrado por José Coliagüe y Mónica Echagüe; ambos jubilados, Michael Rubén Díaz y Ayelén Ozuna, todos mayores de edad y un bebé de 11 meses, hijo de ésta última, identificado como Maximiliano, a quien le decían “Pollito”.
El hecho ocurrió el 5 de enero de 2020, momentos antes de las 7 de la mañana cuando el imputado “por imprudencia, negligencia o impericia” causó el incendio en una vivienda ubicada en el kilómetro 6,5 de la ruta “J”, que lleva a Puerto Almanza, donde se llevaba a cabo un campamento familiar.
Según la Fiscalía, representada por el fiscal Daniel Curtale, el acusado habría arrojado en dos oportunidades, por encima de la estructura metálica de la salamandra que se ubicaba en el comedor de la vivienda una botella plástica transparente, cortada a la mitad, conteniendo en su interior nafta. Esta acción provocó dos explosiones y el posterior incendio de la totalidad de la vivienda.
Como consecuencia de su accionar, produjo la muerte por “Asfixia por lesión respiratoria e intoxicación con gases, producidos durante el incendio”, de las cuatro personas mayores y un bebé.
El Tribunal de Juicio estará presidido por el juez Maximiliano García Arpón con las vocalías de los jueces Alejandro Pagano Zavalía y Rodolfo Bembihy Videla.
La defensa del acusado estará a cargo del defensor Mayor de Ushuaia, José María Fernández López.
Antecedentes del hecho
El día que sucedió el hecho, en ese lugar se habían reunido varias familias para despedir a Michael Rubén Díaz, un joven que estaba próximo a viajar para cursar sus estudios en el norte. La vivienda de madera en la que se encontraban ardió a consecuencia, -coinciden todos los testigos en señalar-, de una maniobra negligente e imprudente de un muchacho que habría arrojado un bidón con combustible a una salamandra encendida, luego de discutir con su novia.
La alarma en los bomberos y personal policial se produjo alrededor de las 7:00 de la mañana dando cuenta de un siniestro de grandes proporciones en la Ruta “J”. De inmediato se trasladó al lugar personal policial de la Comisaría Tercera, Defensa Civil Provincial y bomberos del cuartel 2 de Abril.
Al arribar los bomberos, la vivienda se encontraba colapsada por el fuego, envuelta en llamas. Mientras un grupo de bomberos colaboraba en la atención de las personas lesionadas, otro se dedicó a sofocar las llamas para que estas no tomaran la vegetación y otra pequeña construcción también ubicada en la misma parcela.
Al arribo del personal policial, la vivienda se encontraba en llamas en su totalidad, localizándose en el interior de la misma chacra y próximo a la estructura en llamas un total de ocho personas, quienes espontáneamente manifestaron que faltaban 5 personas, y que era muy probable que hubiesen quedado atrapadas en el interior de la vivienda.
Posteriormente se realizó un cordón sanitario a raíz de que varias personas estaban siendo trasladas por la Ruta “J” por el ígneo registrado minutos antes.
Sofocado el ígneo, personal bomberil informó que entre los escombros combustionados se localizaron un total de cinco cuerpos sin vida, calcinados completamente (dos femeninos mayores, dos masculinos mayores y un infante.
