La Agencia Espacial Estadounidense ( NASA) confirmó este martes que logró desviar con éxito la órbita de un pequeño asteroide a 11 millones de kilómetros de la Tierra, dos semanas después de que la agencia estrellara su nave Dart sin tripulación contra el asteroide, para probar si la agencia espacial estadounidense puede redirigir los objetos espaciales entrantes antes de que se dirijan a la Tierra.

La Prueba de Redirección de Asteroides Dobles (DART) de la NASA redujo en 32 minutos, más de lo previsto, el tiempo que tarda el asteroide de 1,5 metros de ancho, llamado Dimorphos, en orbitar un asteroide más grande llamado Didymos, lo que supone la primera vez que la NASA cambia la órbita de un cuerpo planetario, según anunciaron este martes funcionarios de la agencia.

La NASA viene de vigilar la órbita del asteroide mediante telescopios en la Tierra, después de que la nave espacial del tamaño de un frigorífico se estrellara deliberadamente el 26 de septiembre, embistiendo el asteroide a una velocidad de 22.500 kilómetros por hora.

El objetivo de la agencia había sido acortar la órbita de Dimorphos en 10 minutos, aunque un cambio de sólo 73 segundos habría sido suficiente para redirigirlo con éxito.
Tras el impacto, las autoridades de la agencia dijeron que ahora se centran en analizar los efectos de la colisión, incluida la parte del asteroide que salió despedida al espacio tras el impacto. El choque podría dejar el asteroide irreconocible, según escribieron científicos de la Universidad de Berna (Suiza) en un artículo publicado en junio en Planetary Science Journal.

Antecedentes de la NASA

La NASA lanzó su nave espacial DART desde la Base de la Fuerza Espacial de Vandenberg, en California, en un cohete SpaceX Falcon 9 en noviembre del año pasado, poniéndola en camino hacia Dimorphos, que no supone ninguna amenaza para la Tierra.

El asteroide, que fue construido por el Laboratorio de Física Aplicada Johns Hopkins, costó 330 millones de dólares, informó Reuters. La nave fue diseñada para probar si la trayectoria de un asteroide puede ser alterada al chocar con un objeto hecho por el hombre.

Aunque la NASA no conoce ningún asteroide de más de 140 metros de diámetro -lo suficientemente grande como para causar víctimas en masa- que tenga una "probabilidad significativa" de colisionar con la Tierra en los próximos 100 años, los funcionarios de la agencia dicen que el programa DART podría ser una iniciativa para salvar vidas en caso de que un gran asteroide se dirija hacia el planeta.

El administrador de la NASA, Bill Nelson, lo calificó de "punto de anclaje" para futuras pruebas sobre el impacto que podría tener una nave espacial en un asteroide.

"Todos nosotros tenemos la responsabilidad de proteger nuestro planeta natal. Después de todo, es el único que tenemos", dijo Nelson. "Esta misión demuestra que la NASA intenta estar preparada para lo que el universo nos depare".