"Todos estamos preocupados por las mismas cuestiones: consolidar y sostener el ritmo y el nivel de aprendizaje, alcanzar los desafíos académicos y no descuidar los aspectos que tienen que ver con la convivencia, tanto dentro de la escuela como en redes sociales. Hoy en día también eso nos afecta directamente. Hay coincidencias en distintos tipos de escuelas, y en distintos niveles educativos", expresó Cordi.
La directora resaltó la importancia de destinar tiempo y planificar actividades orientadas a mejorar la convivencia entre los alumnos, así como abordar aspectos de educación emocional que puedan requerir un espacio distinto. Además, mencionó la necesidad de brindar un acompañamiento cercano a los estudiantes que enfrentan conflictos emocionales o espirituales, lo que puede afectar su capacidad de aprendizaje.
Cordi enfatizó la relevancia de detectar tempranamente los casos de bullying y trabajar de manera articulada con las familias para abordar la problemática. Si se interviene oportunamente, se pueden desarticular las situaciones de acoso constante y sostenido contra una persona o un grupo específico.
Sin embargo, reconoció que la escuela tiene limitaciones para contener el acoso que ocurre fuera de sus instalaciones y en las redes sociales. Destacó la responsabilidad de las familias al entregar dispositivos electrónicos habilitados para generar usuarios en distintas redes y enfatizó la importancia de cuidar el acceso de los niños y adolescentes a estas tecnologías.
"Los juegos son una red social también. En general juegan más los varones, por lo que vemos, pero las chicas pasan más tiempo en otras redes. Entonces, el tiempo en redes es similar", comentó.
Cordi concluyó subrayando que la exposición excesiva a pantallas de todo tipo en edades tempranas puede generar aislamiento y dificultar la interacción escolar, por lo que es necesario encontrar un equilibrio y promover un uso responsable de la tecnología entre los jóvenes.
