Luego de unos días espléndidos en la Ciudad de Río Grande se avecinó lo que era de suponer que iba a suceder.
El viento apareció y con él la “Laguna Seca” despertó.
Como todos los años los más afectados son los vecinos de la Ciudad, quienes deben limpiar sus casas constantemente, pero eso no es lo más grave, si no los problemas de salud que el polvo en el aire puede producir.
Un poco de memoria:
Luego de debatir, pelear y derivar culpas de quienes eran los responsables de esta problemática, en el año 2016 Alejandro Nogar (ex presidente del concejo deliberante de la ciudad) realizó un proyecto el cual prometía una sustentable mejora, pero como mencionamos anteriormente la cámara puede más y varios sectores se vieron “enojados” con Nogar por “meterse en asuntos que no le correspondían”. Así fue como el gobierno de turno salió a cruzar a Nogar y decidieron que ellos se harían cargo.
Una suma invertida para nada:
El Gobierno habría invertido una suma de 38 millones de pesos para terminar con esta problemática, sin ir más lejos el cartel ya está colocado y en teoría la obra ya está terminada hace tiempo pero o no existió solución o duró poco y nada.
Eso no es todo:
Más allá de lo anteriormente expuesto, el problema como mencionamos sigue, y son los vecinos los afectados, vemos a funcionarios, políticos re electos seguir “aprovechando” y subestimando a todos lo vecinos, pidiéndole y hasta exigiendo que el gobierno actual “se haga cargo” cuando en realidad el mismo gobierno anterior (que ellos apoyaban) no hicieron nada más que gastaran una suma millonaria para nada.
En fin de cuentas hay políticos que son héroes si se trata de culpar al otro.
