Si se observa la medición según los hogares, el porcentaje de los que no acceden a ninguno de estos tres servicios cae al 44,1% de las 9.015.328 viviendas relevadas.
Según el Indec, unas 4.655.000 personas (16,9% de las encuestadas) tienen un saneamiento "inadecuado", es decir, que no tienen baño, este se encuentra fuera de la vivienda o es compartido con otras familias; no está conectado al sistema de cloacas ni a cámara séptica o no tiene descarga de agua. Bajo esta última condición se encuentra el 8,2% ó 2.261.000 habitantes.
En cuanto a la condición de hacinamiento, el 5,1% está en una situación "crítica", con más de tres personas por cuarto. En el 21,1% de los casos conviven dos ó tres por habitación y en el 73,8%, menos de dos.
Respecto a las características del hábitat, el 7,7% de las personas (más de dos millones) viven cerca de basurales y el 13,2% (3,6 millones), en zonas inundables.
Unos 4.430.000 habitantes son inquilinos, un fenómeno que afecta al 18,9% de las familias, en tanto hay 2.797.000 en condición de "ocupantes" (con y sin permiso). El 66,3% es propietario de la vivienda y el terreno y el 5,7%, sólo de la vivienda.
Por su parte, el 30% de la población posee cobertura médica exclusivamente a partir del sistema público, aunque entre los que tienen menos de 17 años asciende al 39%. En total son unas 8.267.000 personas. El resto, accede por medio de su obra social, prepaga, mutual o servicios de emergencia. Entre los mayores de 65 años, el 97,7% se engloba en este último grupo y entre los que tienen 18 y 64, la tasa llega al 67,3%.
El Indec advierte que el 52,8% de la población de entre 18 y 24 años no concurre a ningún establecimiento educativo. De ese grupo, el 31,4% no terminó el secundario.