Horacio Barrera dejó estupefactos a los moderadores, a otros disertantes y al público en general cuando al hacer uso de micrófono sugirió faenar perros vagabundos en algún frigorífico de la zona para luego exportar y comercializar su carne en países donde este tipo de consumo es algo normal.
Barrera dijo que también se podría aprovechar la piel de estos animales, ya que tenía conocimiento de que en Santa Fe surgió una iniciativa similar “donde tienen pensado producir, en principio, mil toneladas de carne”, añadiendo que se había enterado de ello gracias a que “hoy las comunicaciones están globalizadas”.
El asombro de quienes lo escuchaban se potenció cuando sostuvo que incluso el municipio podría obtener importantes recursos económicos extra, teniendo en cuenta que hay miles de perros que deambulan por todo el ejido urbano.
Más tarde, en declaraciones que formuló a medios periodísticos, dijo que la superpoblación canina en la capital provincial es alarmante y preocupante y por algo hubo que instrumentarse una audiencia pública para escuchar planteos para resolver el problema.
“Yo no vine por el aplauso fácil porque sé que planteo una medida resistida, pero real” sostuvo Barrera y volvió a citar la iniciativa que hubo en Santa Fe, asegurando que un frigorífico de esa provincia “ya firmó un acuerdo con empresarios chinos”.
Para rematar sus polémicos dichos, indicó que “la carne de perro tiene un valor promedio internacional de 5 dólares el kilo. Entonces vemos un montón de dólares caminando por la calle y mordiendo gente, cuando la podríamos aprovechar comercialmente”.
