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La UTN graduó a tres Ingenieros Industriales

 

 

Los flamantes profesionales son María Guadalupe Martin y Abbate Daga, Tomás Daniel Preisegger y Alejandro Eduardo Luraghi quienes rindieron sus respectivos exámenes finales ante el Tribunal evaluador compuesto por los ingenieros Hugo Bonifacini, Aníbal Vallejo y Demian Ferreyra. Luraghi contó que “prácticamente fuimos juntos durante todos los años. La cursada nos demandó cinco años y el proyecto final nos tomó dos años más”.

 

 

La Facultad Regional Tierra del Fuego de la Universidad Tecnológica Nacional graduó este martes a tres nuevos Ingenieros Industriales.

 

Los flamantes profesionales son María Guadalupe Martin y Abbate Daga, Tomás Daniel Preisegger y Alejandro Eduardo Luraghi quienes rindieron sus respectivos exámenes finales ante el Tribunal evaluador compuesto por los ingenieros Hugo Bonifacini, Aníbal Vallejo y Demian Ferreyra.

 

Prensa Universitaria mantuvo una entrevista con Alejandro Luraghi quien es uno de los tres egresados. Oriundo de Buenos Aires, es casado y tiene dos hijos. Según señaló, para poder recibirse presentó un proyecto final que consistió en la generación de un invernadero multiproducto, con sistema hidropónico y tecnología para abastecer la demanda insatisfecha de fruta fresca. El proyecto fue aprobado y es rentable en tres años.

 

Alejandro Luraghi contó que para la cursada de esta carrera “formamos un equipo de trabajo, de estudio y compañeros. Entre los tres que nos recibimos y prácticamente fuimos juntos durante todos los años. La cursada nos demandó cinco años y el proyecto final nos tomó dos años más.

 

 

 

El proyecto final de Luraghi

 

Consistió en el desarrollo de un invernadero multiproducto para implantarse en la provincia de Tierra del Fuego con sistema hidropónico y la implementación de tecnología. “A lo que ya existe, le incorporamos el estudio del sistema hidropónico que actualmente en la provincia no se realiza para producción”.

 

Explicó que “el sistema de hidroponía que se emplea en la provincia no alcanza a abastecer la demanda de la comunidad ya que la producciones que hay en forma local son muy bajas y no termina cubriendo la necesidad del mercado entonces justamente la necesidad ahora exactamente, entonces terminamos dependiendo de abastecimiento desde el continente. Nuestro proyecto viene a cubrir esa problemática que vivimos en Tierra del Fuego”. La presentación logró un 10 por parte del tribunal evaluador.

 

Finalmente Alejandro confió estar muy agradecido por haber estado acompañado por su familia. “Uno no se recibe solo y mi familia jugó un papel fundamental en toda esta carrera y sin ellos no hubiese podido llegar a donde estoy hoy”.

 

 

 

Una pareja de Ingenieros

 

Por otra parte, durante la misma jornada de exámenes, lograron su título de ingenieros industriales, María Guadalupe Martin y Abbate Daga y Tomás Daniel Preisegger quienes presentaron un proyecto de automatización para mejorar la producción agrícola en invernaderos. El proyecto también logró un 10 por parte del Tribunal Evaluador. Actualmente la pareja trabaja en diferentes áreas, pero esperan utilizar su título para expandirse a nuevas áreas.

 

En diálogo con Prensa Universitaria, Guadalupe y Tomás confiaron estar en pareja hace dos años. “Hicimos toda la carrera juntos, fuimos amigos y compañeros de estudio de toda la carrera y bueno, ahora somos pareja”.

 

Según Tomás, “la cursada la terminamos en el tiempo que la carrera demanda y preparar la tesis final nos llevó dos años más”. El flamante profesional agregó que en estos años, “pudimos articular entre la vida laboral y el estudio y eso es muy bueno. Ahora veremos cómo nos adaptamos a la nueva vida de profesionales”.

 

Al hablar del proyecto final explicaron que “se basó en lograr versatilidad en la producción bajo cubierta en invernaderos durante todo el año acá en la provincia. Así que lograr implementar tecnología, automatizaciones con el objetivo de ampliar la matriz productiva de alimentos de la provincia, siempre apuntado a la rama alimenticia pero con la incorporación de la tecnología”.

 

Confiaron que el proyecto “fue parte de la vinculación que tuvimos con el Ministerio de Ciencia y Tecnología en el que buscaban tener un invernadero que permitiera cultivar lechuga durante todo el año. Nosotros hicimos una automatización que te permite tener un diseño flexible para producir cualquier tipo de producto, de cultivo en cualquier época del año”

 

Finalmente tanto Guadalupe como Tomás hablaron de la nueva etapa como profesionales y entendieron que “va a ser raro porque creemos que tendremos libres los fines de semana”. Además, “tendremos tiempo para cocinar, hacer diversas actividades que no podíamos hacer por estar enfocados en los estudios. Hoy, realmente nos sentimos muy bien y estamos muy felices”.

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