“Es muy acotado en prácticamente todos los parámetros”, denotó Brisighelli. Primero, porque la ventana de viajes propiamente va desde el 24 de mayo hasta el 30 de junio únicamente. El período de compra es de apenas una semana, a partir de este miércoles. Y, la limitación más grande, se destinan al programa, $15.000 millones, y ya se informó que en el momento en que se acabe ese dinero, se corta el PreViaje.
“Posiblemente el tiempo que haya para comprar sea apenas un par de días, ni siquiera alcanza el dinero para llegar hasta el final del programa. Tiene bastantes limitaciones en comparación con lo que fue el Previaje II, el más extenso de todos” apreció a continuación el titular de Rumbo Sur.
El programa original teóricamente iba a tener quince días de ventana de venta, más fondos, dos meses completos para viajar, y reintegro hasta $ 100 mil -como el primer PreViaje-. Nada de eso se confirmó.
Brisighelli dijo que el Previaje II fue indudablemente un programa “de muchísimo impacto, no solamente en Ushuaia, en reactivación del turismo, fue realmente una gran herramienta para la reactivación de todos los destinos de la Argentina”. Aunque admitió que no es razonable sostener en el tiempo un programa de incentivo de este tipo, de fomento del viaje en temporada alta, sino que “es más razonable la planificación de aplicarlo y largarlo en forma selectiva a momentos en los cuales, como mayo y junio, son los de más baja movimiento en todo el país, en todos los destinos”.
A pesar de eso, consideró que “indudablemente el impacto que va a tener este Previaje va a ser más reducido, por lo reducido del programa, simplemente”.
Igualmente lo consideró eficaz por ser mayo y junio los dos meses de menor movimiento en todos los destinos de la Argentina, “entonces, cualquier cosa que ayude a sumar pasajeros en esas semanas es importante porque la base de comparación es muy baja. Es realmente el momento donde más jugo se le puede sacar al programa”, teniendo en cuenta que se utiliza infraestructura dimensionada para una temporada alta, que está ociosa, “habitaciones en hoteles que están vacías, transportes que están parados, micros, barcos, trenes que salen al 50% de su capacidad o menos. El impacto es importante” añadió.
Explicó el intrincado mecanismo de las tarifas aéreas ante lo acotado de la ventana para comprar pasajes para el PreViaje, en fecha tan próxima al propio viaje: “cuando uno compra pasaje con bastante anticipación, 3 o 4 meses, se consiguen tarifas económicas. Cuando uno va a comprar tarifas para un fin de semana largo sobre la fecha, obviamente encontrás lo que quedó y lo que quedó es carísimo. El PreViaje tiene unas ventanas de venta muy cercanas y para poder aprovechar la oferta hay que hacer la compra muy sobre la fecha, por lo tanto, uno no consigue esas tarifas económicas”. Explicó que no es que suban las tarifas de los vuelos para los fines de semana largo -este Previaje tiene dos-, sino que, en función de la demanda, “las tarifas económicas simplemente se acabaron”.
En otro orden de cosas, Ángel Brisighelli abordó la problemática de los alquileres temporarios irregulares en Ushuaia, a través de plataformas como Airbnb o Booking, y la imposibilidad del Infeuetur local de actuar: “hay un problema muy grave que es la extraterritorialidad. Airbnb es una empresa de Estados Unidos, juega con sus reglas. Es imposible o muy difícil sancionar a una empresa que no existe en Argentina. Entiendo que el Infuetur tenga problemas serios para controlar o sancionar a una empresa que no existe en Argentina” admitió al respecto.
Consideró que estas empresas internacionales, a las que también sumó Google, Yahoo, y Alibaba, “son bastante hipócritas en algún aspecto, porque simplemente dicen ‘trabajamos con todas las empresas que tienen habilitaciones’, porque hay que poner un checkbox que dice que usted está habilitado. Después no lo controla nadie, obviamente. Entonces, es bastante laxo”.
A modo de propuesta, razonó que el INFUETURr “lo que necesita es ser proactivos y ver cuáles son los alojamientos que se están ofreciendo en la ciudad y salir a controlarlos. Hace falta una actitud proactiva en la búsqueda de esos departamentos para ir a buscarlos y traerlos adentro del margen regulado”. Aclaró, finalmente, que “nadie está diciendo que esté prohibido alquilar departamentos. Lo que pedimos todos es que todos cumplan las normas, que todos estén regulados y habilitados”.
