María José Pazos, mamá de un estudiante que concurre a esa institución educativa, comentó en Radio Provincia que “la asamblea que terminó en la puerta de la escuela terminó con mamás llorando, maestras indignadas, la verdad es que hay mucha indiferencia. Hablábamos con las maestras y decíamos que la escuela especial tiene un lugar en nuestra sociedad, no es que la gente desconoce que existe la escuela Kayú Chénèn, muy por el contrario”, remarcó.
Advirtiendo que pareciera “que igualmente no se llega a dimensionar la importancia de una escuela o de un servicio de educación especial y con las condiciones que tiene la escuela Kayú Chénèn”, advirtió Pazos. Luego, refiriéndose al reclamo que realizaron con el abrazo, manifestó que pareciera ser que “no hay otra forma de que hijos como el nuestro y como más de 100 pibes y pibas asistan a la escuela”.
Dijo que hay “un claro atentado contra la modalidad educación especial”, cuando “el instituto de educación superior de nuestra provincia tiene la carrera de educación especial dentro de su oferta académica, entonces es inentendible que siempre pase lo mismo. El año pasado la escuela se cerró abruptamente, por el tema de la caldera, y estuvieron tres meses para solucionarlo”, repasó.
Respecto del problema que están padeciendo actualmente, comentó que “Camuzzi dice que no están dadas las condiciones para colocar el medidor, por lo que la escuela está sin calefacción. Además, los trabajos que se están haciendo, no son los que la escuela necesita para poder funcionar”, indicó.
