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Ambientalistas cuestionan el proyecto de puerto que impulsa Mirgor

El comunicado de la organización ambientalista “Manekenk” asegura que el puerto privado que impulsa la firma Mirgor en la costa del norte de la Isla Grande de Tierra del Fuego, “pone en riesgo la Reserva Hemisférica de Aves Playeras”.

En ese sentido expresaron que “el diseño del puerto de Mirgor en la Reserva Costa Atlántica y sitio Ramsar, es una bomba de tiempo ambiental”. Asegurando que “El tipo de diseño propuesto podría provocar la erosión de hasta 300 metros costa adentro, en caso de fallas estructurales en su funcionamiento”.

Mencionan, más adelante, que desde el Ministerio de Producción y Ambiente de la Provincia de Tierra del Fuego AeIAS, convocan a audiencia pública para el día 9 de marzo a los efectos de poner en debate el estudio de impacto ambiental de la obra puerto de Río Grande y señalan que “Para este proyecto, promovido por la empresa Mirgor de Río Grande, se ha publicado el estudio de impacto ambiental realizado por la consultora Serman y Asociados con sede en la ciudad Autónoma de Buenos Aires”.

Advierten, luego, que “Dicho estudio, elaborado por reconocidos especialistas en la provincia en cada tema, detalla con sumo detalle y profundidad las graves afectaciones a la costa y a la Reserva que producirá el tipo de puerto que se pretende construir. Cabe mencionar que el sector en el cual se pretende construir corresponde a la Reserva Costa Atlántica establecida en 1998 por Ley provincial  N° 415”, remarca el comunicado.

Indicando desde Manekenk que “Como organización de la sociedad civil, entendemos que el desarrollo de infraestructura es importante en            la medida  que responda a las necesidades del desarrollo local, contribuya a fortalecer nuestros derechos soberanos y tenga una inserción armónica con el medio socio-ambiental”.

Pero después dicen que “Sin embargo, no podemos dejar pasar algunas observaciones significativas  que llamaron nuestra atención al analizar profundamente los riesgos ambientales que dicha obra podría causar en caso de sostener el modelo de puerto proyectado”.

En ese sentido mencionan que “El emplazamiento propuesto se halla dentro de la Reserva Provincial Costa Atlántica, en cuyas recomendaciones se invita particularmente a no admitir la actividad portuaria, además de haber sido declarado sitio de  importancia  hemisférica  de  la  Red Hemisférica  de Reservas  para  Aves  Playeras,  considerado  además  como  sitio RAMSAR  y  Área Importante para la Conservación de las Aves (AICA). En este mismo sentido, como objetivo de interés ambiental y turístico para el Municipio de Río Grande, se trata de una Zona Especial de Interés Ambiental (ZEIA) dentro de la Cinta Costera del Mar Argentino”.

Por otra parte, comentan que “La alteración de la zona intermareal asociada al funcionamiento de un denominado by-pass de sedimentos - el cual no puede dejar de funcionar en ningún momento, con demanda de energía para el bombeo de dichos sólidos, poniendo en riesgo la biodiversidad (sitio de alimentación de aves migratorias) y el patrimonio paleontológico”.

Indicando igualmente que “El funcionamiento del sistema de bombeo de sedimentos (by-pass) de un lado al otro de las obras de abrigo, condiciona toda la obra y su funcionamiento. Además en todo el estudio de impacto ambiental, su  correcto funcionamiento es puesto en duda permanentemente”.

Por otra parte dicen que “La solución prevista para evitar la acumulación de material en la costa implica el transporte diario de un estimado de 350/500 m3 (más de  40 camiones diarios) a través de un tubo que capte los sedimentos por un lado, los transporte bajo el canal de acceso al puerto, y los disperse del otro lado”.

Pero advierten que “No hay antecedentes que permitan asegurar el “éxito" de este denominado "By pass". Si no funciona, o la  empresa abandona la operación, el desastre costero será inevitable. Un mal funcionamiento del “by-pass” podría provocar la erosión de la costa sur en más de 300 metros costa adentro y un crecimiento en el depósito de sedimentos en la zona norte de igual magnitud”

Señalan, también, que “El proyecto no define si la fuente de agua dulce para garantizar la correcta construcción de las instalaciones será de acuíferos (el estudio no menciona si se conoce su existencia en las proximidades) u otras fuentes, con la consiguiente consecuencia en los usuarios y el ambiente. Por otro lado propone una planta de osmosis inversa (desalinizadora) que no está prevista en el proyecto”.

En otro tramo, el texto difundido por Manekenk advierte sobre “La incógnita acerca de la obtención de conglomerados (materiales áridos) que utilizarán durante la construcción del puerto, no evaluado por desconocerse las canteras que los proveerán”.

Finalmente señalan que “El estudio de suelos se encuentra pendiente de presentación. No está definido cuánto material árido se requerirá ni si provendrá de canteras cercanas, actualmente prohibidas  en el área protegida Reserva Costa Atlántica”. “La normativa actual no admite la instalación de un puerto en el sector, por lo cual esta obra condiciona al estado a tener que modificar una normativa aprobada en el plan de manejo de la Reserva”.

Para concluir mencionando que “En términos generales, las modificaciones sobre el ecosistema y el paisaje son evaluados como de Alto Impacto por los autores del informe, a partir de lo cual exigimos a la autoridad de aplicación que el estudio de impacto ambiental no debe ser aprobado”, remata el texto.

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