Las testimoniales llegaron a su fin con el equipo de peritos de Policía Científica y la forense del Poder Judicial recreando la mecánica del hecho, en la cual centraron la posible responsabilidad del crimen en el imputado Juan Sánchez Alberione, dadas las salpicaduras de sangre que presentaba en sus prendas de vestir.

Hicieron referencia a las tres armas blancas incautadas en la escena del hecho, una de ellas con sangre, las cuales habían sido acomodadas dentro de una vaina, lavadas, lo que da cuenta también que el imputado actuó con cierto grado de conciencia respecto de lo sucedido, y no coincidente ello con su declaración en la que refirió que no recordó lo sucedido por la ingesta de alcohol.

Las partes desistieron de más testimonios y el martes pasarán a alegar el fiscal Jorge López Oribe y acto seguido el defensor oficial.