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Malvinas

Analizan por qué Tierra del Fuego no tiene museo de Malvinas

Apropósito del rescate de un avión Fokker F-28 con participación en la guerra de Malvinas para exhibir en un museo alusivo de Córdoba, iniciativa de ex combatientes de Malvinas de aquella provincia, Daniel Guzmán, periodista y soldado ex combatiente, consideró que sería importante contar en Tierra del Fuego con un museo o centro de interpretación de lo que implican las islas y el conflicto bélico, teniendo en cuenta la pertenencia territorial y la conciencia que en la población tiene la causa.
Guzmán consignó que, después de la guerra, ha habido iniciativas de rescatar “cuestiones bélicas y militares, los componentes militares de lo que sucedió en el ‘82 específicamente los barcos y aviones que estuvieron operando en Malvinas”. Pero enfáticamente afirmó que “no hay una política nacional de preservación”, y en cambio “todo lo que se hace es decisión de los combatientes. No está el Estado”.

Mencionó casos puntuales como la intención reciente de recuperar del desguace y venta como chatarra del buque Santísima Trinidad, el primero que llega a Malvinas junto al Bahía Paraíso durante el desembarco del 2 de abril, en términos “no del barco o del material, sino por las acciones y las personas que estuvieron arriba, piloteando o navegando. De eso se trata, son las contradicciones que tiene la Argentina”.

Por eso manifestó su indignación cuando “cada vez que a un británico se le ocurre devolver un casco de un soldado argentino, que se lo robó por supuesto, o un sable, una trompeta, una cédula militar o alguna cosa, toda la prensa nacional y hasta las instituciones argentinas salen a ponderar el hecho. Por el otro, lado hacemos caso omiso a los propios protagonistas”.

Respecto del F-28 Mk 3000c, fue el segundo avión que aterrizó el 2 de abril en Malvinas transportando tropas argentinas, que además “operó durante toda la guerra, un avión que lleva desde antes el nombre de Malvinas Argentinas y no solamente llevó tropas, sino que evacuó enfermos y heridos a Comodoro y a Buenos Aires de manera permanente”. En uno de esos primeros vuelos, trasladó hacia el continente al primer herido argentino, el cabo Ernesto Urbina, y al primer muerto en combate, capitán de fragata Pedro Giacchino.

Sobre la posibilidad de que en Tierra del Fuego se pudiera contar con un museo sobre Malvinas, un centro de reflexión y pensamiento acerca de lo que significan tanto las islas como los acontecimientos, Daniel Guzmán consideró que “hay que analizarlo profundamente y no caer en que recuperar un avión, como lo hacen los compañeros de Oliva, significa una reivindicación a la dictadura o en términos belicistas, sino reivindicar los hechos históricos”.

En tal sentido dijo que Río Grande, por la presencia allí del Batallón de Infantería de Marina N° 5, de gran protagonismo durante el conflicto de 1982, podría ser el lugar indicado. “Debería tener un componente histórico museológico. Por otro lado, el mes pasado vino un soldado combatiente del BIM 5 y fue con otros soldados a visitar la unidad, y no los dejaron entrar. Es bastante llamativo lo que sucede”.

Señaló que la Base Aeronaval de Río Grande estaba recuperando, por iniciativa del centro de ex combatientes local, espacios ligados al ‘82. “No debe perderse el factor histórico y las acciones, tanto del BIM 5 como de otras unidades de combate. Tendría que tener un despliegue histórico, las condiciones en las que se combatió, más que mostrar armas”.

Apelando a su propio caso personal, Guzmán señaló que la emocionalidad que implica Malvinas “me parece que es transmisible en lo simbólico de los objetos” que podrían integrar un museo. Sin dejar de lado “trabajar en procesos históricos sin condicionantes, qué sucedió, cómo actuaron las unidades de combate, sin perder de vista el contexto histórico de la Argentina de ese momento”.

Finalmente le puso nombre y apellido a alguna iniciativa que se pueda pensar al futuro, en las personas de los fueguinos Sandro Baschera y Félix Santamaría, “soldados en el ‘82 que estuvieron en la base de Río Grande, ellos tienen mucho para contar, están vivos, son jóvenes, todos esos elementos constitutivos de la guerra y de la sociedad misma de Tierra del Fuego. Va más allá de las decisiones de la inteligencia británica o de las Fuerzas Armadas, sino de cómo vivió la sociedad fueguina, en este caso hijos de Tierra del Fuego que estuvieron presentes durante todo el conflicto”.

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