En 2021, el Concejo Deliberante de Ushuaia aprobó una ordenanza que multa a las personas que arrojen colillas de cigarrillo en la vía pública de la ciudad y establece colocar hasta 3 “colilleros” por cuadra. Sin embargo, las calles y veredas de Ushuaia reflejan otra triste realidad.
En octubre de 2021, el Concejo Deliberante de Ushuaia sancionó la ordenanza 5.946 impulsada por la agrupación "A limpiar Ushuaia", que establece multas de hasta $18 mil para quienes arrojen en la vía pública de la ciudad colillas de cigarrillo.
La normativa además determina la instalación de tres “colilleros” por cuadra, cuya colocación y mantenimiento se debe coordinar “entre comerciantes y responsables de edificios públicos y privados”, de acuerdo a lo que detalla la normativa.
En mayo de 2022, más de medio año después de sancionada la ordenanza, la Municipalidad de Ushuaia colocó en el centro de la ciudad eco-ceniceros sobre la avenida San Martín y otras áreas turísticas de la ciudad.
¿Por qué las calles y las veredas de Ushuaia están llenas de colillas?
Una colilla de cigarrillo tarde en degradarse entre ocho a 12 años. En el mundo, se calculan que son arrojadas al ambiente unos 4,5 billones por año.
Las colillas que son arrojadas al suelo, en la calle o la vereda terminan en las alcantarillas que desembocan en ríos, lagos o el mar, lo que significa un daño directo al ambiente y sobre todo el ecosistema marino.
Una sola colilla contamina entre 50 a 1.000 litros de agua dulce y entre 8 a 10 litros de agua marina.
La falta de educación ambiental y de conciencia del entorno en el que vivimos son las causas principales de esta problemática, ya que decidir arrojar o no una colilla al suelo es una decisión y responsabilidad individual. Aunque por ordenanza, esté prohibido.
El hacerlo no tiene otro efecto más que el de dañar el ambiente y la ciudad para nuestra posteridad, dejándonos lejos del proyecto de "Ushuaia limpia y más verde".
