Ni el primer aumento del año, ni el último
Tras la pandemia, que afectó significativamente a los gastos de las prepagas, la incertidumbre en cuanto al valor del dólar y los constantes aumentos en los costos operativos, han llevado a las compañías a tener que trasladar dichos aumentos a las cuotas de sus afiliados, incluso a riesgo de perder a muchos de ellos.
De hecho, esta es la séptima suba en las cuotas que se autoriza este año. Si tomamos en cuenta los aumentos de los meses de enero (9%), marzo (6%), abril (6%), mayo (8%), junio (10%) y julio (4%), el nuevo incremento de este mes de agosto totaliza un 68% en lo que va del año. Muy por encima del índice de precios de otros sectores de la economía.
Y, lo peor, es que según lo dispuesto por la resolución que hemos mencionado anteriormente, restan aún dos aumentos más en este año. Esto debido a que la misma autoriza a recalcular las cuotas en base al Índice de Costos de Salud, el cual es elaborado por la Superintendencia de Servicios de Salud de forma bimestral. Por lo cual en octubre y diciembre se reflejarán en las cuotas de los beneficiarios.
Si tomamos en cuenta una familia tipo, compuesta por dos adultos y dos menores, los planes familiares pueden rondar entre los 40.000 y los 60.000 pesos. Una cifra alarmante si consideramos que actualmente el salario mínimo en nuestro país es de $45.540.