Vecinos de Ushuaia se comunicaron con la redacción de Diario Prensa Libre para expresar su pesar al ver desde hace varios días, la llama eterna ubicada en la Plaza Islas Malvinas, apagada.
“Pasé el martes y estaba apagada. Hoy (por el miércoles 16 de febrero) sigue igual. La verdad es que es una pena. Nos empezamos a olvidar como al descuido, cuando es algo tan sentido como nuestros héroes…”, refirió Juan, uno vecino que transita a diario por Maipú y siempre lleva la mirada hacia el lugar en donde están inscriptos los nombres de los valerosos combatientes de guerra.
Vale destacarse que la llama eterna es una llama o antorcha que arde continuamente por un período indefinido. El fuego eterno es una larga tradición en muchas culturas y religiones. En la antigüedad las llamas eternas fueron alimentadas por madera o aceite de oliva y en la actualidad por una fuente controlada de gas propano o gas natural.
Las llamas eternas son usadas frecuentemente como reconocimiento y recuerdo de personas o hechos de importancia nacional o a grupos de personas valientes y nobles conectadas a algún evento o también a un fin, como la paz mundial.
La primera llama eterna que se conoce es la que conmemora a John F. Kennedy, tras su asesinato en 1963, constituyéndose así en la primera persona conocida a nivel individual que se le dio tal gran honor. En adelante, las llamas eternas serían elegidas con más frecuencia en todo el mundo para honrar la pérdida de personas de relevancia, además de los principales acontecimientos trágicos y trascendentales, como es para Argentina, la guerra de Malvinas.
