César Carabajal, de 29 años de edad, continuará detenido en un calabozo de la misma dependencia en la que prestaba servicios, la Comisaría 1era de la ciudad de Río Grande, por decisión del juez que lleva el caso que lo tiene como imputado, Daniel Césari Hernández.
El domingo, Carabajal fue llamado a prestar declaración indagatoria, consintiendo el efectivo en relatar su versión de lo sucedido.
Sorprendió que el policía admitiera con naturalidad que en momentos en que cumplía funciones de vigilancia en la guardia del Hospital Regional Río Grande se sintió atraído por una joven que concurrió a atenderse y que con ella mantuvo relaciones sexuales en un baño del nosocomio.
En sus dichos el efectivo insistió en todo momento en que entre ambos se generó una fuerte atracción y que antes de tener relaciones pasearon por los pasillos del edificio hospitalario, charlando. Por mutuo consentimiento, resaltó, buscaron un sitio apartado de las miradas, para consumar el acto sexual.
Con la aceptación de lo hecho, al margen de si el encuentro sexual fue consentido o no, César Carabajal quedó en situación de ser expulsado de la institución, dado que su conducta en el ejercicio de sus funciones constituye una falta gravísima dentro del regimen policial.
No obstante, la pérdida de su trabajo sería la menor consecuencia que sus actos pudieran tener, dado que si durante el curso de la investigación judicial ya en marcha se comprueba que forzó sexualmente a la joven con trastornos auditivos y del habla, la pena que le correspondería sería de 8 a 20 años de cárcel.