En declaraciones en Radio Provincia, Brisighelli opinó acerca de la noticia que trascendió indicando que Punta Arenas habría cancelado la temporada y dijo que “cancelar la temporada de cruceros implicaría que el puerto tome la decisión de no dar servicios, entiendo que lo que quiso decir la persona de Chile en este sentido es que él consideraba eso porque casi todos los barcos cancelaron sus atracos”.
“Las implicancias de una cosa y de la otra son diferentes, no es una decisión del Estado sino la opinión de un operador que trabaja en el rubro”, manifestó.
Sobre el escenario local, el referente de Turismo dijo que “las cancelaciones son más que importantes, tenemos una temporada muy magra. De hecho, desde la Cámara hacemos un trabajo de relevamiento de recaladas de barcos entre enero y febrero para los meses siguientes, y a principio de este año, antes de la pandemia, habíamos relevado 436 recaladas confirmadas. Hoy un 50% de esas confirmaciones fueron canceladas, y el otro 50% no es que está confirmado, sino que aún no tomó la decisión de lo que va a hacer”.
Brisighelli detalló que “las empresas de cruceros tienen una política comercial de cambio de 90 días previo a la salida, por lo que ese sería el plazo en el cual comunican si se cancela o no. Hay empresas que atrasaron el inicio de las operaciones hasta diciembre o enero y van viendo las decisiones más adelante, pero sobre lo que ya está decidido perdimos el 50% seguro”.
“Hoy todos trabajamos para salvar lo que se pueda. Somos muy poco optimistas sobre el período de octubre a diciembre, que es la primera parte de la temporada, y esperamos mejorar al menos algo para la segunda parte”, aseguró esperanzado.
Por otro lado, marcó que “para que opere un crucero antártico, por ejemplo, tienen que pasar cosas que exceden lo que podemos hacer a nivel local: tienen que haber fronteras abiertas, vuelos de cabotaje, vuelos internacionales, no tiene que haber cuarentena en Ushuaia ni Buenos Aires, etc”.
