Pregunten a cualquier persona; casi todos tenemos algún conocido que vino de otro país o que pasó de provincia en provincia y va a coincidir en algo: Hay muy pocos lugares en el mundo donde la vida nocturna se viva como en Argentina. A lo nocturno le podemos agregar más: Hay muy pocos lugares donde las excusas para los eventos masivos sean como acá. La cultura de lxs argentinxs se relaciona con juntarse, disfrutar y vivir momentos inolvidables.

Sin embargo, con la llegada del Coronavirus alteró los planes del mundo y Argentina no fue la excepción, con una cuarentena que hay dado números sorpresivos al respecto de las naciones que nos rodean. Si bien las prioridades son la Salud y la Economía, basta con buscar en las redes sociales y ver que lo que más se extraña es “salir”:  fiestas, boliches, recitales, la cancha o donde fuera. Esa parte de nosotros que no la tenemos y que tampoco sabemos cuándo podemos recuperar.

Desde las fiestas en la Costa Atlántica, el comienzo de la Copa de la Superliga y “Verano en Tecnópolis” que a lxs argentinxs nos falta algo. Ese sentimiento se perdió en estos meses de 2020 y las ilusiones se mantienen en todo el país, pero la sensación es que para este año las proyecciones son muy bajas.

¿Cuándo vamos a poder ir con nuestra familia a un evento? ¿Cuándo vamos a poder ir a ver a nuestro equipo? ¿Cuándo vamos a poder bailar hasta el amanecer? Las respuestas, son muy difíciles de contestar, incluso por las personas que están al frente de los grandes shows y presentaciones.

Referentes de diferentes sectores dan la misma información, pero con diferentes palabras y la conclusión es la misma: Incertidumbre, dudas y preocupaciones. Puede sonar increíble, pero es real. En esta situación la única respuesta parece estar en manos del gobierno nacional, el cual está atado a lo que ocurra con esta pandemia.

Uno de los ejemplos más claros es Tecnópolis. El polo ubicado en Villa Martelli permanece abierto todo el año y con diferentes actividades para todos los rubros, pero desde que inició la pandemia, el mismo se convirtió en un centro de asistencia para pacientes con Coronavirus, que tiene el objetivo de evitar el colapso del sistema de salud.

El predio que pertenece al estado, cumple su función crítica en un momento que lo requiere así, pero que por fortuna todavía no tuvo que ser explotado.

“Abrió por última vez para el público con los “Veranos de Tecnópolis” entre el 15 de febrero y el 8 de marzo”, destacaron de manera oficial sobre el tema. No obstante, en tanta incertidumbre y sin saber la vuelta, desde el área de prensa de Tecnópolis destacaron que no se suspendieron los eventos previstos para el año, pero está sujeto a cuestiones nacionales.

Respecto al fútbol hay más complicaciones; la situación es una disputa mundial, a partir de los ejemplos de Europa al mundo. Mientras Alemania volvió a jugar su torneo de Primera División y Segunda División con controles de testeos muy exigentes y con protocolos diarios para los jugadores, en Argentina la discusión todavía no tomó carácter oficial.

AFA y las proyecciones de un posible plan para que haya gente en los estadios y el progreso, es tardío. La información sobre el tema es completamente nula, incluso para el área de prensa institucional, lo cual está relacionado con que los objetivos es la chance de que se pueda hacer deporte y planear hacia 2021 la chance de los hinchas.

La situación se complica. Diferentes empresarios, productores y organizadores deciden no hablar sobre el tema y el motivo no pasa por la negativa de comunicar, sino por el hecho de no tener información para comunicar. Porque al final del día, se encuentran en la misma situación que el público y los artistas, a la espera de ese llamado o comunicado oficial que lo cambie todo y poner los motores en marcha.

Otros tratan de explicar. Ariel Viale, es baterista de Pampa Yakuza y productor de eventos que contó su experiencia: “Se suspendió todo lo que tuvimos a partir del 18 y 19 de marzo, así que nos afectó 100% del trabajo en general”, relata al tiempo que remarca que, en 3 meses cuentan con “15 conciertos suspendidos”. Destaca que “hay que cuidar la salud antes que todo, así que todo bien comprendido por todas las partes y entendiendo que es un caso de fuerza mayor”.

Por su lado, Viale expresó sus sensaciones de cara a lo que vendrá. Sin noticias oficiales, lo importante pasa por la organización puertas adentro. “Soy parte de la Asociación Argentina de Managers (ACMA). Todos los managers nos unimos y se presenta un protocolo en Capital y Provincia Buenos Aires, en principio para la música grabada en estudio o en salas de ensayo como si fuera un estudio de televisión”, remarca al tiempo que reconoce que esto ocurre en todo el país, teniendo en cuenta que muchas provincias tienen nuevas libertades.

“Ya hay provincias como Salta y Santa Fe que están probando este protocolo y usándolo, y pronto estará aprobado el de Córdoba y Entre Ríos. Por el momento lo que vemos como solución es empezar con algunos shows en pay-per-view (en vivo y online) o algunos capítulos grabados también para vender”.

“Creo que primero se van a habilitar los eventos al aire libre luego, con mucho tiempo, los cerrados y creo que por lo menos de acá al verano el 2021 o marzo del 2021 no vamos a tener”, proyecta Viale, que tampoco le teme a los cambios, recordando la situación que afectó a la industria tras la tragedia de Cromañón en el año 2004, que cambió para siempre la organización.

“Después de Cromañón los superamos y mejoramos así que no, no me preocupan si pienso que va a cambiar mucho. Hay que ver si la gente tiene ganas de un recital, si tiene ganas de ir a exponerse a un recital a puertas cerradas, hacer pogo, a saltar o vamos a tener que estar a un metro y medio de distancia. Eso lo vamos a saber con el tiempo, y siempre y cuando salga una vacuna contra el Coronavirus”, cierra.

En sintonía con la explicación del productor de eventos, Enrique Avogadro, Ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, habló en la revista Rolling Stone y aseguró: “Se puede pensar en la calle, no para hacer regularmente pero el espacio público puede ser activado culturalmente de manera transitoria en conjunto con los recintos independientes”.

Sin embargo, no dejan de ser sensaciones. El pasado jueves 28 de mayo, la Maratón de Boston con 30.000 corredores inscriptos, anunció su suspensión por primera vez en 124 años, un país como Estados Unidos donde la cuarentena depende de cada estado, mientras que Argentina optó por un protocolo diferente.

Retornando a lo que nos compete a nosotros, se puede ver el ejemplo en un evento que se vuelve tema de conversación y debate cada tanto en Argentina: el Lollapalooza 2020. Postergado de marzo para fines del mes de noviembre, nadie de manera oficial se expresó sobre, probablemente, el festival a cielo abierto más grande del país. Teniendo en cuenta estas cuestiones y a pesar de la palabra del ministro Avogadro: ¿Qué tan reales son eventos masivos al aire libre?

La conclusión es una: Sin el visto bueno del gobierno, nada avanza. Las proyecciones también son bastante claras y apuntan a un 2020 que no volverá a la normalidad, si es que en algún momento volveremos.

Por ahora, la ilusión pasa a ser una quimera para este maldito año y apuntamos a un 2021 que nos devuelva eso: bailar, tomar una birra, hacer pogo o alentar en la cancha. Que nos dé ese pedazo de argentinidad que tanto nos hace falta.