El increíble incidente involucró a un sujeto de 32 años que se encuentra detenido y que fue trasladado a los calabozos del edificio del Poder Judicial en Monte Gallinero.
Según informó la Justicia en un parte de prensa, el detenido pidió ir al baño y “al terminar de orinar, cuando volvieron a esposarlo, insistió en que le dejaran fumar un cigarrillo. Como la respuesta fue negativa, su incomodidad aumentó”.
En ese momento, el recluso comenzó un forcejeo con uno de los guardias que intentó reducirlo, hasta que al final se sumaron otros más.
Fue en ese contexto que el hombre “mordió uno de los dedos de la mano izquierda a uno de los agentes que lo custodiaba, y le ocasionó una herida sangrante”, detallaron las mismas fuentes.
Ante ello, la situación fue comunicada al fiscal de turno durante la feria extraordinaria por el coronavirus, Fernando Ballester Bidau, quien decidió instruir un nuevo proceso.
El fiscal solicitó encontrar lo sucedido “bajo el procedimiento de la Ley de Flagrancia” y “por el delito de lesiones”. Además ordenó que el hombre fuera “nuevamente alojado en los calabozos del Juzgado Provincial, dado que el mismo se encontraba bajo la órbita del Juzgado de Instrucción N° 1”, indicó el parte de prensa.