Los datos se desprenden sobre estadísticas recopiladas de agencias informativas y 120 diarios de distribución nacional y provincial, al igual que del seguimiento de cada caso en los medios durante el periodo entre el 1 de enero y el 31 de octubre de este año.
Para este flamante informe el área de investigación de La Casa del Encuentro sumó la figura de "femicidio vinculado", partiendo del análisis de las acciones del femicida para consumar su fin: matar, castigar o destruir psíquicamente a la mujer sobre la cual ejerce la dominación.
En ese sentido se incluyeron a personas que fueron asesinadas por el femicida al intentar impedir el femicidio o que quedaron en medio de la línea de fuego; y a personas con vínculo familiar o afectivo con la mujer que fueron asesinadas por el femicida con el objeto de castigar y destruir psíquicamente a la mujer a quien consideran de su propiedad.
Sobre esta base se contabilizaron 225 femicidios y femicidios vinculados de mujeres y niñas, que se agregan a otros 29 femicidios vinculados de hombres y niños. Como víctimas colaterales de estos crímenes, 250 hijas e hijos quedaron sin madre. De ellos, 169 (más de 67% del total) son menores de edad.
El análisis refleja que en el 89% de los hechos los femicidas eran varones con quienes las víctimas tenían un vínculo, lazo familiar o conocimiento previo. Casi en el 40% de los casos eran sus parejas y ex parejas. Del total se registraron 21 femicidios sin vinculo aparente y se registraron además 4 femicidios estatales, término utilizado para mujeres que murieron a causa de abortos clandestinos.
En cuanto a las edades, los datos señalan que la mayoría de las víctimas (71) tenían entre 19 y 30 años, mientras que 35 de ellas eran menores de edad (de 0 a 1 año, 2; de 2 a 12 años, 12; de 13 a 18 años, 21). Por el lado del rango etario de los femicidas, 79 corresponden a sujetos de entre 31 y 50 años y 62, entre 19 y 30 años. Además, en 9 casos se trató de asesinos menores de edad.
El relevo estadístico, por otra parte, detalla las mecánicas de muerte. La mayoría de las muertes se produjeron por disparos de arma de fuego (57) y apuñalamientos (53). Por golpes (39) y estrangulamiento manual (19) fueron otros causas de decesos.
Con respecto a los lugares de los hechos, el 71% de los femicidios fueron cometidos en espacios privados (vivienda de la víctima, del femicida, compartida u otra). Hubo 16 casos en la vía pública. Todos estos datos son cruciales para entender la especificidad de la violencia de género y del tipo de medidas que requiere su abordaje.
Por último, el relevamiento expone la desigual distribución territorial de los femicidios en el país, donde conviven jurisdicciones cuyas tasas duplican el valor nacional. Buenos Aires fue la provincia donde más crímenes se cometieron (73), seguida por Córdoba (23) y Santa Fe (21). Por el contrario, en Santa Cruz, Catamarca y Tierra del Fuego no hubo femicidios durante el lapso temporal analizado.
El informe elaborado por el Observatorio de Femicidios en Argentina Adriana Marisel Zambrano fue coordinado por La Asociación Civil La Casa del Encuentro y contó con el apoyo de la Fundación AVON.
