El condenado Yonatan José Parra recibió -este viernes 20 de julio- el beneficio de la libertad condicional, tras ser condenado una semana antes a la pena de dos años y seis meses de prisión efectiva, por ser encontrado culpable del delito de "amenaza agravada por uso de arma" y "lesiones leves".
Para recordar el hilo de esta historia, el pasado viernes 13 el Tribunal de Juicio Oral del Distrito Judicial Norte había emitido un polémico fallo contra este conocido y problemático individuo de origen centroamericano, donde se le había "reconfigurado" el delito. Como consecuencia de esto, le habían impuesto una condena notoriamente inferior a la solicitada por la Fiscalía, que era de 4 años por "tentativa de homicidio".
Así las cosas, la defensa de Parra hizo uso de un artilugio establecido en el Código Penal, que establece para todas las condenas inferiores a los 3 (tres) años de prisión la posibilidad de solicitar y acceder a la excarcelación, siempre y cuando se hayan cumplido con antelación 8 meses de detención.
En este sentido y previo a su sentencia final, el caribeño, quien residía en la zona de la Margen Sur de Río Grande, llevaba once meses en carácter de detenido, por lo que su abogado pidió la concesión de este beneficio para su defendido, el cual le fue otorgado sin mayores trabas.
Eso sí: estando bajo libertad condicional, Parra deberá acatar "normas de conducta", al tiempo que se le impuso una "restricción de acercamiento" sobre Walter Liendro, el joven salteño a quien el dominicano le gatilló tres veces en la cabeza porque supuestamente "lo miró feo y se hizo el pesado".
De más está aclarar y recordar, que las balas del revólver que empuñaba Parra -luego incautado- no salieron, aunque el centroamericano le propinó a Liendro sendos culatazos con el arma, que le produjeron a este último heridas de consideración.
