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Río Grande 0

A 28 años de la tragedia del lago Yehuin

 

Nada dejaba entrever que se avecinaba una de las más grandes tragedias que recuerden los fueguinos.

 

Mario Sura (35), un conocido de todos en la Río Grande que se resistía a pasar de pueblo a ciudad, comandaba el bote que surcaba el tranquilo y límpido espejo de agua con una docena de personas a bordo, entre mayores y niños. Más de lo que las normas y la prudencia sugerían.

 

De repente, el drama.

La embarcación se encontraba en medio del lago de 43 kilómetros cuadrados de superficie. El bote dio una vuelta de campana y se precipitó al indefinido fondo con sus doce ocupantes a bordo.

 

A partir de ese instante y por muchos días en adelante vendrían la desesperación, la angustia, y la incansable búsqueda que devenían en desánimo a medida que pasaban las jornadas.

 

No hubo integrante de las fuerzas vivas de Río Grande ni elemento de logística que no fuera puesto a disposición del rastreo. Hasta los “cholgueros”, expertos pescadores que, por su experiencia, eran los únicos que podían soportar la gélida temperatura del agua, caminando el fondo cenagoso en busca de algún rastro.

 

Poco a poco la misma naturaleza devolvió a la superficie tres de los cuerpos. Faltaban nueve, la posibilidad del milagro ya no contaba, pero “desaparecidos” era una expresión muy dura, aun para tamaño drama.

 

El trabajo de los cholgueros daría su fruto, finalmente. En el fondo yacía el bote de goma con ocho cuerpos atrapados bajo su estructura. Faltaba (y alimentaría para siempre el misterio y la frustración) el de Carolina Gallardo, de apenas 10 años. Por muchos días se extendió el rastreo tanto en el agua como por los bosques linderos al lago, pero nada ofrecería el fruto buscado.

 

El mito, la leyenda y las suposiciones delirantes seguirían a la desesperanza y acompañarían el dolor que no termina.

Un año después se emplazó una larga cruz de troncos y una placa a metros del embarcadero donde comenzó la desventura; quedarían como testimonio de que sus familiares jamás olvidarían a los tres mayores y nueve niños que el helado lago se llevó.

 

Para el resto de una comunidad reacia a recordar su propia historia, la conmoción se iría vistiendo con las ropas injustas del olvido. Hoy, a 28 años, pocos recuerdan en detalle la tragedia del lago Yehuin, uno de los dramas más dolorosos que Río Grande y la Tierra del Fuego pueden y no quisieran contar.

 

Las víctimas de la tragedia:

Mario Sura – 30 años

Cristian Sura – 5 años

Pedro Gallardo – 35 años

Carolina Gallardo – 10 años

Daniel Gallardo – 7 años

Carlos Santana – 47 años

Fernando Santana – 16 años.

Rodrigo Muñoz – 10 años

Arturo Muñoz – 12 años

Cristian Muñoz – 12 años

Fernando Saldivia – 7 años

Fabián Alvarado – 6 años

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