Se trata de un dispositivo electrónico que verificará la identidad del elector al escanear su huella digital y compararla con los datos provenientes del Registro Nacional de las Personas (RENAPER), un sistema que se implementa en países como Bolivia y Brasil. Este proceso "no" será obligatorio y tampoco reemplazará "al padrón electoral ni a la acreditación de identidad según el procedimiento tradicional" si no que su utilización será de "carácter complementario", explicaron desde la Cámara.
Los dispositivos que integrarán la prueba piloto estarán distribuidos en 1052 mesas de 110 escuelas ubicadas en las seis provincias de la frontera norte seleccionadas, en las que votarán 362.460 personas. Desde la Cámara, señalaron que se eligió esa área geográfica para implementar el nuevo sistema porque allí "se vienen adoptando medidas adicionales de control de la migración electoral transfronteriza" para "garantizar el debido proceso electoral".
Sin embargo, el Secretario de la Cámara Nacional Electoral, Sebastián Schimmel, precisó que el uso del dispositivo "no resuelve el caso de migración electoral fronteriza irregular", pero si constituye una "medida más" para garantizar la "verificación de quienes integran el padrón electoral". Al respecto, explicó que con la verificación de datos biométricos se podrán detectar casos en los que un individuo posea "varias identidades" o asista a votar con un documento "falso".
Durante el proceso de votación, los electores accederán a la identificación biométrica luego de acreditar su identidad con las autoridades de mesa con la presentación del documento que habilita al sufragio. "El eventual resultado negativo del cotejo biométrico tampoco será relevante a efectos de una posible impugnación de la identidad del elector" ni inhabilitará al voto, detallaron desde la cámara electoral al advertir que podría tratarse de "restricciones de la tecnología utilizada, deficiente calidad de los registros biométricos capturados, el desgaste de las huellas dactilares, entre otros".
