La propiedad será desarmada y trasladada al complejo Pueblo Viejo, espacio que se encuentra en el Paseo de las Rosas en el que se preserva el patrimonio edilicio de las casas más antiguas de Ushuaia.
Allí funcionará la Casa de la Mujer, lugar en el que se desarrollarán diversas actividades organizadas e impulsadas por el área y donde funcionará también la Secretaría de la Mujer.
“Junto al Intendente nos reunimos con la familia Melchior, propietaria de la casa en la que funcionó un comercio histórico de Ushuaia”, dijo la secretaria de la Mujer Laura Avila. En ese marco, “nos manifestaron su voluntad de donar la casa para que allí funcionen las instalaciones de la Secretaría y también la Casa de la Mujer”.
Hacia 1920 la familia Vera construyó la casa. Luego la vendió en la década del 50 a Eugenio Melchior, quien había arribado a Ushuaia proveniente de Concordia, provincia de Entre Ríos, un año antes. En 1961 la casa continúa teniendo un espacio de residencia y Melchior abre el local comercial que se sostiene aún en estos días. Gustavo, hijo de Eugenio, explicó al intendente y a la Secretaria de la Mujer la historia de la familia en Ushuaia y la transformación a lo largo de los años de la casa y de sus usos, aunque siempre emplazada en la céntrica calle San Martín.
Ricardo Toledo y Cecilia Senillani, nietos de Eugenio Melchior también participan activamente en el proyecto de desarme de la casa para su posterior emplazamiento en el Paseo de las Rosas. Cecilia es arquitecta y será la encargada de las modificaciones que se proyectan realizar sobre la casa original, con la ampliación que requiere la nueva Casa de la Mujer.
“Es una estructura de madera, recubierta de chapa con todos los materiales y aberturas originales. Estamos en la etapa de desarme para su traslado y emplazamiento en el nuevo espacio en el Pueblo Viejo”, indicó la arquitecta Senillani.
“Para nosotros es un orgullo contar con esa parte de la historia de la ciudad. Durante muchos años el comercio funcionó en la casa que ahora va a pasar a ser la sede de la Secretaría y lo tuvo bajo su responsabilidad Esther Oyarzún, continuando con la actividad de Eugenio. Que sea la casa donde funcionaba un comercio a cargo de una mujer nos parece interesante porque en esa época, durante esos años, fue un importante signo de empoderamiento económico”, dijo Avila.
