El gimnasio de la Escuela 14 “Solidaridad Latinoamericana”, ubicado en el centro del barrio Inevu, quedó inhabilitado para su uso hace algo más de tres años, debido a que sufrió la rotura de una caldera y carecía de calefacción. Los directivos del colegio le entregaron las llaves a responsables del Ministerio de educación, quienes debían gestionar las reparaciones correspondientes y restituirlas al finalizar el trabajo. Esto nunca pasó y durante los últimos tres ciclos lectivos lo chicos de la escuela no pudieron disponer del mismo.
Así lo detalló el portal de noticias Prensa Fueguina y lo confirman padres y docenes, que señalan que pese a que el gimnasio se encontraba inhabilitado para el uso de los estudiantes, se le dio un asiduo uso al establecimiento durante todo este tiempo y que -inclusive- se desarrollaron actividades a cargo de particulares. Por ello, un grupo de padres manifiesta que hasta se invitó a chicos de la escuela a participar de eventos que allí se llevaron a cabo.
No está claro bajo qué circunstancias se acordó el uso de las instalaciones y cómo es que particulares desarrollaban actividades en ese lugar. Por si esto fuera poco, hace algunos días la empresa Camuzzi Gas del Sur resolvió no aprobar los trabajos realizados, con lo cual el gimnasio sigue formalmente inhabilitado.
La comunidad educativa de la escuela 14 se muestra indignada por la situación, puesto que, durante los últimos años, los alumnos de la escuela debieron realizar sus clases de educación física dentro del SUM de la escuela, en establecimientos prestados o al aire libre.
Y los docentes remarcan que la realización de la actividad en estos espacios inadecuados pone en riesgo la integridad de los niños y, en algunas ocasiones, los estudiantes sufrieron lesiones producto de la disposición de los espacios en el establecimiento o la irregularidad del terreno cuando se hicieron al aire libre.
El reclamo puntual de la comunidad educativa de la escuela es que se les restituya el uso prioritario del gimnasio de su escuela, para que lo utilicen sus estudiantes. Ello no significa que deban cesar el resto de las actividades, pero sí que se desarrollen en un marco de regularidad y anteponiendo las necesidades de los niños que asisten a la escuela.
Por lo pronto, exigen que se realicen los trabajos necesarios para poder contar con la habilitación correspondiente y que se les restituya el manejo del establecimiento a los directivos de esa escuela.
