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Río Grande 0

Los residentes jujeños celebraron el desentierro del carnaval

Como todos los años para esta fecha simpatizantes y residentes jujeños en la ciudad celebran el carnaval.

Fieles a la tradición de los festejos de la región andina se reunieron el día domingo 15 en la zona del puente Gral. Mosconi.

En este lugar tradicional para la actividad desplegaron música, alegría, y se convirtió en una verdadera fiesta. 

Esta actividad que se realiza en Río Grande, a tanta distancia de la puna jujeña, tiene que ver con la importancia de seguir respetando las tradiciones de quienes nacieron en esas tierras y hoy por diferentes motivos están abrigados en nuestro sur.

El Carnaval en Jujuy, como en toda la región andina de Latinoamérica está vinculado al culto de la Pachamama, la Madre Tierra, que genera la vida y guarda a los muertos. 
Dos semanas antes de la fecha fijada en el calendario oficial para el inicio del Carnaval, empiezan en Jujuy las tradicionales festividades con el Jueves de Compadres, día en que los hombres de cada pueblo o ciudad se reúnen en casas de familia, sedes de comparsas, peñas, clubes, puestos de los mercados y oficinas gubernamentales y privadas, sin la presencia de mujeres, para beber, comer y cantar en abundancia.

Una semana después tiene lugar el Jueves de Comadres, cuando las mujeres solas se reúnen por grupos, de día, para visitar a las amigas llevándoles ramitas de albahaca -símbolo del Carnaval en el NOA- y cantándoles coplas, y durante la noche, para coplear y bailar, comiendo platos del menú regional y bebiendo chicha de maíz.

En la siguiente semana, el Jueves de Carnaval, se desentierra a Supay o Pujllay, el Diablo, que está desde al año anterior en un mojón cerca del río o al pié de un cerro, con la forma de un muñeco rojo y quién lo toque primero se transformará en el diablo de la fiesta y se disfrazará de tal, adornándose además con espejitos, lentejuelas y cascabeles, cupiéndole la función de armar las parejas en los bailes, donde prevalecerán las cuecas, taquiraris, bailecitos, zambas, sayas y carnavalitos de los  típicos repertorios de la Quebrada de Humahuaca Bolivia y Perú, si bien en los últimos años se incorporaron la cumbia y otros géneros latinos. El Diablo representa la posibilidad de liberar los deseos reprimidos.

El Carnaval se cierra con el entierro de Supay o Pujllay, al que se acompaña con ofrendas de bebidas alcohólicas, cigarrillos y de hojas de coca, despidiéndolo hasta el año siguiente.

En Río Grande, el centro de residentes jujeños ha establacido ya como una costumbre el desentierro del carnaval en la zona del puente Gral. Mosconi, al lado del río Grande y donde muchos se suman a los festejos. 

Se dice que vale todo, y ya lo hemos comprobado en alguna oportunidad, así que ya está advertido si quiere ser el próximo en ir.

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