En el mes de mayo del corriente año, Carlos Adrián Pérez, de 59 años de edad, llegó solo y en goce de libertad a la sede tribunalicia riograndense, en donde en juicio se lo encontró responsable del delito de estafas inmobilirias reiteradas, cometidas de modo conjunto con su pareja, Susana Ancalipe, quien se encontraba prófuga fuera de la isla. El hombre fue detenido en el acto, luego de ser condenado a 4 años de prisión.
Pérez y Ancalipe montaron en el año 2013 una estructura pensada para transmitir una imagen de confiabilidad y experiencia a vecinos de Ushuaia, Río Grande y Tolhuin que acudieron a ellos para encontrar soluciones habitacionales. Para tal fin alquilaron un amplio salón bien decorado y realizaban publicidad en los principales medios de comunicación. La pareja solicitaba pagos por adelantado para construir viviendas que nunca se terminaban ni entregaban, ascendiendo el monto de la estafa a una gran cantidad de millones de pesos.
A 10 años de cometido el delito y con su pareja condenada y presa en la Unidad de Detención Nro. 1 de Río Grande, no se albergaban demasiadas esperanzas de encontrar a la fugitiva, pero esto cambió cuando desde la Policía de Comodoro Rivadavia trascendieron los primeros indicios relevantes que posicionaban a Ancalipe en dicha ciudad.
Efectivamente, el día 22 de septiembre la prófuga fue detenida en la cocina de una vivienda de la localidad chubutense e inmediatamente trasladada a las dependencias policiales para coordinar su traslado a la capital fueguina, el que se concretó 8 días después, luego de que dos efectivos de la División Delitos Complejos viajaran expresamente a buscarla. De tal manera, el sábado 30 de septiembre, en un vuelo aéreo la mujer arribó a Ushuaia, quedando inmediatamente a disposición de la Justicia para ser sometida a juicio por los cargos que se le imputan.
