Su historia en el BMX comenzó en su barrio, donde junto a otros apasionados chicos construía rampas improvisadas y saltaba tronquitos. Sin embargo, su curiosidad lo llevó al Parque Municipal de Deportes Urbanos de la ciudad, donde se inscribió en la escuela de BMX bajo la tutela de Gabriel y Daniel. Desde entonces, su vida giró en torno a su bicicleta y la búsqueda constante de la perfección en este emocionante deporte.
Gonzalo destacó la importancia de contar con un espacio como el Parque Municipal de Deportes Urbanos, que no solo le brindó las herramientas para mejorar sus habilidades, sino que también se convirtió en un lugar de encuentro con amigos y compañeros de pasión. "Estoy muy convencido de que esto es lo que quiero hacer", afirma con determinación.
Una de las experiencias que más valora Gonzalo es el compañerismo que encuentra en el parque. "Lo que más me gusta de venir al parque es estar con los chicos y hacer trucos. Nos motivamos uno al otro, hacemos trucos y los grabamos para compartir en Instagram. Nunca había salido de Tierra del Fuego, la primera vez fue para competir", comenta emocionado.
Gonzalo no olvida el apoyo fundamental de sus padres, quienes siempre estuvieron presentes para que pudiera perseguir su sueño en el BMX. Además, recuerda el emocionante momento en el que se enteró de que era finalista y representaría a la ciudad en Buenos Aires, compitiendo en uno de los parques más grandes de Argentina y enfrentándose a algunos de los riders más destacados de América Latina. "Fue un orgullo. Tenía la campera puesta, era el único biker de Tierra del Fuego. Fue una linda experiencia, pero también conllevó muchos nervios. Mi familia me acompañó siempre”, cerró.
